Santiago y el Templo de Hércules
Cuenta la tradición cristiana que tras Pentecostés, allá por el año 33 d.C., los apóstoles fueron enviados a la predicación del Evangelio.
Una teoría basada en un relato medieval sostiene que la predicación del Apóstol Santiago comenzó en Galicia, donde habría llegado tras cruzar el mar Mediterráneo atravesando las 'Columnas de Hércules' -como era conocido el estrecho de Gibraltar en el mundo antiguo-. Es a partir de este punto del relato de su larga travesía donde entra en escena la pequeña ínsula donde se erigía el templo de Hércules. Así describía el islote de Sancti Petri y el desembarco del Apóstol Santiago el escritor y religioso gaditano Fray Gerónimo de la Concepción -en algunos textos aparece citado como Fray Jerónimo- en su obra 'Emporio del Orbe, Cádiz Ilustrada, Investigación de sus antiguas Grandezas', impresa en Ámsterdam en 1690:
<<Yace a la parte más oriental de la ciudad de Cádiz un peñasco llano aislado por todas partes del océano, cuya circunferencia abraza 400 pasos de districto, que por estar en la punta de la Isla mayor llamaron promontorio o Cabo y por haber estado allí el templo de Hércules Heracleo, y por haber sido consagrado por San-Tiago a devoción de San Pedro, se llama hasta hoy de Sancti Petri.
La adoración y culto a Hércules en este templo perseveró hasta el año 36 d.C., en que entrando en España N. Patrón Santiago, y predicando en Cádiz la verdadera fe, dice Julián Pérez en el advers. 407 y el en Cronicón n. 12, que lo derribó a fuerzas de oración. Y fue providencia especial y divina que por allí comenzó la introducción de la religión cristiana en la península, por donde había entrado la superstición de la idolatría, y que aquel templo padeciese la primera ruina, que había sido el principio de la étnica vanidad>>
Teniendo en cuenta el testimonio de Fray Gerónimo, Sancti Petri y por extensión, San Fernando, pasarían a ocupar un lugar prominente en la historia de la cristiandad en España, convirtiéndose en la que fuera puerta de entrada del cristianismo en la península y siendo el primer lugar consagrado a dicha fe.
Gran parte de los lugares que conforman las distintas rutas jacobeas -Jacob es Santiago en hebreo- que fluyen por toda España están plagados de leyendas relacionadas con el apóstol Santiago, que, demostrables o no, se encuentran tan arraigadas en la tradición popular cristiana que han traspasado el umbral del mito para ser consideradas como algo real y probado. ¿Por qué no ocurrió lo mismo en San Fernando?
Dentro de los diferentes caminos de Santiago que atraviesan la península, existe una 'Ruta del Sur' que, cruzando varias localidades gaditanas, se une en Sevilla a la archiconocida Ruta de la Plata que discurre hasta Astorga, ya en la provincia de León, integrándose en ese punto al camino de Santiago francés hasta la capital de Galicia.
El itinerario de esta 'Ruta del Sur' tiene su origen en Algeciras y cruza las localidades vecinas de Medina Sidonia, Cádiz, El Puerto de Santa María y Jerez de la frontera, dejando sorprendentemente a San Fernando -lugar protagonista de una leyenda jacobea que debería constituirlo como lugar de paso obligado por esta 'ruta gaditana'- como convidado de piedra, testigo mudo y ajeno al paso de los peregrinos por 'fuera de sus murallas' camino de la casa de Santiago.
La crónica de Fray Gerónimo supone el establecimiento de un trascendental nexo de unión del Patrón de España con el Castillo de Sancti Petri, mágico enclave de la provincia gaditana extenso en historia, dioses, prodigios y milagros entre los que la leyenda de tan singular visita debería ocupar un lugar preclaro e insigne. Pero al mismo tiempo también supone la reivindicación de que San Fernando pase a ser considerado e incluido dentro del itinerario del camino de Santiago del Sur como paso ineludible entre Medina Sidonia y Cádiz para aquellos peregrinos que eligen esta ruta para rendir culto a 'Santiago el Mayor', aquel que pudo haber aliviado el cansancio de su extenso viaje de predicación admirando la belleza de esta bendita tierra.