El terror siempre llama dos veces
Hay veces que tres, cuatro o una cantidad de veces que ya incluso nadie se molesta en contar. En España lo sufrimos durante muchos años, y en países como Irak suele suceder casi a diario. Irak; ese país que invadimos entre todos porque nos decían que tenían armas para acabar con toda la humanidad y que, cuando se desmontó esa gran mentira, nos quisieron colar la idea de que la invasión se llevó a cabo para derrocar a Sadam Husein y llevar allí la democracia y la libertad.
Trece años después, las mujeres siguen yendo por las calles con burka, la palabra democracia sigue siendo una quimera y, lo que es peor, los atentados son el pan nuestro de cada día. Allí y en otros países árabes, los yihadistas de Estado Islámico atacan con una frecuencia que aterra; atentados de 10, 30, 50 muertos que no escandalizan a nadie ni hacen que el resto del mundo se movilice. Tan solo un día antes de los atentados de París murieron más de 40 personas en un doble atentado suicida en Beirut, a cargo de EI, pero, ¿dónde está Beirut? Mientras se maten entre ellos no nos afecta en absoluto.
Tras los atentados de París, como es lógico y normal, el mundo civilizado -musulmanes incluidos- se ha solidarizado con Francia y los franceses. Lo que no es lógico ni normal es que no se haga cuando los muertos no son europeos. O cuando esos europeos son españoles, como en el 11-M aunque, pensándolo bien, si el gobierno del PP no se hubiera empeñado en querer engañarnos a todos señalando a ETA como culpable y hubiera reconocido que eran radicales islámicos, sí hubiésemos recibido ese apoyo. Resulta como mínimo cínico ver cómo algunos políticos del PP hablan estos días sobre la grandeza de los franceses por cantar al unísono la Marsellesa y abrazar, todos a una, su bandera.Habría que recordar que fueron ellos los que en aquella ocasión desperdiciaron una gran oportunidad para conseguirlo al culpabilizar a otros españoles de lo sucedido y nos volvieron a dividir en dos bandos.
Espero, iluso yo, que Francia y Rusia no cometan el mismo error que EEUU tras el 11-S. Se ha demostrado ya suficientemente que más ataques o invasiones solo sirven para crear una cantera aún más grande de yihadistas dispuestos a morir matando. Por supuesto tampoco hay que quedarse pasivos, pero hay que combatirlos de la misma forma que se combatió a ETA: persecución policial sin tregua y cortar sus vías de financiación. Es decir, todo lo contrario de lo que hasta ahora se ha hecho porque la pasividad con la que desde Europa se ha tratado el ‘asunto ISIS’ es patente. Si los kamikazes eran ciudadanos franceses o belgas, residentes en estos países, ¿no sería más lógico combatirlos ahí que en Siria o correríamos en ese caso el riesgo de que lo tuviésemos que calificar como guerra civil?Igual de patente es que hemos -España y Francia entre otros- cooperado en financiarlos y armarlos al exportar material militar a países como Araba Saudí que los subvencionan y apoyan.Hipocresía la justa y necesaria, por favor.
Mientras tanto, Rajoy, se encuentra en una auténtica encrucijada entre la solidaridad militar debida al aliado que exigen los tratados de la UE y el miedo a meterse en una guerra a poco más de un mes para las elecciones generales. El corazón le pide lo primero, la cabeza y sus asesores le recomiendan lo segundo. Ya podrían haber hecho lo mismo con Aznar antes de coger ese avión hacia las Azores, porque de aquellos barros vienen estos lodos.