Hace unas horas, al informar a la tutora, de un curso que estaba haciendo online, de que había decidido abandonarlo, ésta me ha contestado diciendo que "no todos son llamados al privilegio de convertir en su profesión la vocación de ayudar a los demás como terapeutas" del título en cuestión, que no era otro que el de terapia regresiva. Esto consiste en hacer regresiones a vidas pasadas para poder sanar la actual.

Creo firmemente en que esto es posible pero, sinceramente, no pienso que pueda hacerlo cualquiera. De hecho, son psiquiatras con muchos años de experiencia los únicos que manejan adecuadamente esta técnica. En este curso, no sólo no nos pedían cumplir ninguno de estos requisitos, sino que tampoco los que lo impartían los poseían.

Lo curioso del tema es que según mi querida RAE, el "privilegio" es la "exención de una obligación o ventaja exclusiva o especial que goza alguien por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia". Ha sido en su contestación donde me he reafirmado totalmente en mi decisión de abandonar el curso, pues, quién es ella o su academia para darme esa ventaja si, de antemano, no los veo como superiores míos, ni considero mis circunstancias especiales a las del resto. Si a esto le sumamos que los que reciban esa terapia también deberían ser privilegiados (pues los precios son altísimos), pues no, sigo sin verme con la capacidad de cobrar a nadie por enseñarle a ser feliz.

Mi mayor pasión es ayudar a los demás, de acercar al mundo a la paz y la tranquilidad. Todos, de una u otra forma, nos enfrentamos a situaciones difíciles, a dilemas, a sueños por cumplir, pero, ¿por qué algunos tienen que ser privilegiados para poder alcanzarlos y otros no? Bajo mi experiencia todos podemos llegar al estado de sosiego que anhelamos para nuestras vidas. Saber que existen otras vidas puede ayudarnos a comprender, pero no es la base de nuestra felicidad, pues entonces, ¿qué pasaría con las personas que tienen otras creencias?, ¿no tienen ese derecho? y los que no pueden pagarlo ¿deben vivir amargados hasta poder hacerlo?

Definitivamente, y ya que el Universo, a través de sus hilos, me ha dado el privilegio de saber usar adecuadamente las palabras para transmitir mis aprendizajes, yo me quedo al lado del mundo, de todos los que desean avanzar y evolucionar, sin distinción, sin importarme en lo que crean, lo que sean o cuáles sean sus pasiones. Estoy aquí para mostrar la verdad, para ser quien soy y no quien dice un título. A estas alturas no es más quien más diplomas tiene colgados en su pared, sino quien es capaz de dar sin recibir, de compartir sin esperar nada, de entregar su amor y todo lo que la vida le va mostrando a quienes tienen ganas de hacer lo mismo por sí mismos y por los demás.

Que nadie nos diga nunca de qué privilegios gozamos, pues todos somos el Universo, todos somos Dios, todos somos nuestro propio destino y todos, absolutamente todos, tenemos la capacidad de escuchar nuestro interior por nosotros mismos, sin necesidad de invertir dinero en ello, tan sólo fe, respeto y paciencia. Pues no hay nada que no tenga solución, ni solución que no se encuentre a través del Amor.