La Universidad como lugar de lucha de la Mujer
A lo largo del siglo XIX y XX, la mujer ha luchado por tener los mismos derechos que el hombre. Cosificadas como objetos sin raciocinio ni capacidad de poseer propiedades físicas o intelectuales más allá del cuidado de la casa y de los hijos.
En la España actual, ya que no podemos generalizar a todo el planeta ya que siguen existiendo numerosos países donde dichas desigualdades de género son patentes, la mujer ha tomado la Universidad casi inconscientemente.
La cantidad de mujeres que llenan las aulas de las universidades públicas españolas son motivo de orgullo de la lucha ejercida por mujeres y hombres años atrás. La lucha contra el machismo, el hetero-patriarcado y la desigualdad de género ha sido, es y será siempre el medio por el cual la mujer se dota así misma de legitimidad propia y auto convencimiento de la desigualdad que sufre y de la necesidad de derribarla en pos de su dignidad.
Los datos demuestran que las mujeres sacan mejores resultados académicos que los hombres y llegan, por tanto, a niveles superiores en cuanto a formación se refiere. Esto nos debería de llenar de satisfacción si no fuera por las condiciones materiales que les esperan después. ¿Es justo, según los datos empíricos expuestos antes, que las mujeres perciban un salario un 30% menor que el de los hombres en las idénticas ocupaciones? ¿Lo es también que el número de mujeres que alcanza cargos superiores en la Dirección de empresas y demás organizaciones sea ínfimamente inferior, estando posiblemente mejor formadas que los hombres?
La desigualdad laboral existente es un ejemplo de una sociedad patriarcal donde el hombre se sigue viendo como el jefe y la mujer como el subalterno cargo inferior. Esto es motivo de vergüenza para el presente y el futuro de la sociedad española.
Al igual que el acceso a la Universidad de la mujer se consiguió mediante la lucha social en la calle de hombres y mujeres, la igualdad salarial y de derechos laborales y sociales ha de ser peleada por todos para su consecución. Y la Universidad puede ser uno de los campos de lucha para el empoderamiento de la mujer en la sociedad.
La organización de la mujer como ente combativo desde las instituciones educativas es un medio para dicho fin.
¡Estudiantes uníos!