Contrato
Despido suspiros al dejar de mirar la foto que me recuerda quién eras, que estabas, cuánto te extrañaba...
Despido sonrisas que, a veces, se esconden ante el desconsuelo de un adiós interminable, que quema, que duele, que no quiero que hable...
Despido canciones que te veo silbar sin acierto, que tarareas para tus adentros, que no es posible que se lleve el viento...
Despido miradas, abrazos, caricias y cientos de gestos que dejaron de ser tuyos, que otros quieren darme sin ti, que nadie puede hacerme revivir...
Despido llamadas..., pues no son de nadie, no dicen nada, no hay más que contar, que decir, que compartir...
Despido a la lluvia que dejó de mojar, al sol que no sabe calentar, al Universo y sus hilos por no dejarme avanzar...
Despido tristeza si siento tus besos, lágrimas si noto tu aliento, esperanzas cuando miro otros ojos abiertos...
Despido todo lo que no me hace sonreír por si acaso puedes sentirme feliz, por si tu voz no es el murmullo del silencio, ni tu calor ese cuento que me invento...
Despido lo malo para poder hacer un contrato con todo lo bueno...
Contrato recuerdos al poder ver tu cara, la que está grabada en mi mente, la que vive, me acompaña, la que siempre está...
Contrato las carcajadas que tu olor me trae, disfrazadas de puentes, senderos y mundos enteros...
Contrato la música que tu corazón me enseñó, la que late, se mueve, revuelve cada detalle, hace posible mis avances...
Contrato otros cuerpo que me traen sentimientos, nunca iguales, pero siempre intensos...
Contrato al Universo, con nuevos y renovados hilos, con sus astros para marcar el camino, con sus aguas para no morir de sed; contrato su nubes para no desaparecer en la claridad, su luna para brillar en la oscuridad; contrato lo que vale y lo que no, lo que pido y lo que no entiendo, lo que va y lo que viene, lo que soy y todo lo que aún no tengo.
Contrato mi felicidad, desde siempre, por ahora y para toda la eternidad...