Publicado el: Mié, 30 Sep, 2015
Opinión

Rectificar es de sabios

La Casa Palacio de Lazaga.

La Casa Palacio de Lazaga.

Siempre se ha dicho que rectificar es cosa de sabios, como  actuar con -sentido común- también lo es cuando hay que  resolver o enmendar algo que no funciona bien. Por eso he de salir gratamente al paso ante la reciente noticia de una posible ‘rectificación’ municipal.

Rectificación que afecta a la posibilidad de sustituir la sede del futuro Museo de Camarón de la Casa Palacio de Lazaga, ubicándolo creo que razonablemente, en una zona más próxima a las inmediaciones de la Venta de Vargas; sin confirmar ni concretar todavía cuál sería el sitio exacto.

En cualquier caso, aplaudo la idea, porque supongo que el -sentido común- por fin se ha hecho presente, visible y acorde con este cambio sustancial de actitud objetiva y decisoria, para instalar -definitivamente- el citado Museo, demandado por una gran parte de la ciudadanía fuera de la citada Casa Palacio de Lazaga.

Los artículos que dediqué titulados ‘Sobre el Futuro Mueso de Camarón y el Museo Naval, su entorno y relatos y vivencias”,   pusieron el acento en esta cuestión y tuvieron una nutrida acogida y aceptación; apoyando el espíritu de dichos artículos en los que sin desmerecer la creación y el lugar destinado al citado  Museo. Sí se hacía participar en ambos artículos, que el lugar más asequible, idóneo y repercutibles a todos los niveles y efectos de visitas, accesos, entornos, emplazamientos y ambientes, era  el edificio  aunque en ruinas de la antigua Casa de la Cruz Roja, que necesariamente habrá que rehabilitar para esta causa o cualquiera otra. No obstante, la posibilidad anunciada de un local de nueva creación para él, tal vez sería también más apropiado, incluso hasta más económico que la citada rehabilitación.

El edificio de la Cruz Roja.

El edificio de la Cruz Roja.

Y es de vital importancia entender con razonamiento lógico, que el eje -Plaza de la Iglesia a Puente Zuazo- resulta ser un espacio relativamente corto. Pero suficiente para exponer y concentrar en él, todas las peculiaridades que tenemos por ofrecer. Unas; por razones de índoles históricas, otras; artísticas y culturales; y cuando no,  las de carácter nobles o domésticas,  y también sentimentales y románticas, que son en definitiva las que más valoran, aprecian y en consecuencias ¡sienten y necesitan los ciudadano isleños!

Por eso tal vez sería muy acertado potenciar y remozar ese citado -eje- que prácticamente lo posee todo, y que sólo hace falta acomodar con criterios razonables y adaptar, señalar y publicitar adecuadamente esta zona en la que se encuentra la Iglesia Mayor, donde se efectuó el juramento, como todos sabemos, de Las Cortes Generales y Extraordinaria de 1810. Efeméride de la que el pasado jueves día 24 de septiembre festejamos los 205 años de aquel singular acontecimiento histórico como fiesta local -en sustitución- de aquella otra felicísima también del tradicional ‘Día del Cerro’ que se celebraba el 23 de octubre con castañas, piñones, manzanas y membrillos incluidos; para merendar en los parajes de la Vía del Tren, lugar donde la chiquillería de entonces, corría y jugaba alegres y divertidos,  si no se iba al Cerro por lo que significaba de ‘lejanía’ para algunos.

El Juramento.

El Juramento.

Y tras el paréntesis de la antigua descripción festera anterior,  seguir Calle Real abajo con la Oficina Municipal de Información y Turismo, que ahora se pretende trasladar al Centro de Congreso, la Casa nº 26, de al lado de la familia de Cano; histórica por su participación en la guerra de la Independencia, el Museo Histórico Municipal, que también cambiará de sitio aunque éste y la Oficina de Turismo quedarían dentro del entorno. La Casa del Turco qué albergó las dependencias municipales y una de las primeras ‘escuelas’ dedicada a la enseñanza. El típico y coqueto Callejón de Croquer, el Palacio de la Capitanía General, el Mueso Naval instalado en el interior de dicha Capitanía, la Plaza de Toros,  la Casa de la Cruz Roja, el Castillo de San Romualdo, el monumento a los héroes de África en la Plaza Font de Mora, la estatua de nuestro genial y universal cantaor de flamenco Camarón de la isla, la mítica Venta de Vargas y el no menos mítico e histórico Puente Zuazo y su zona ‘pendiente de rehabilitar’ mientras el de Cádiz se acaba de estrenar.

En suma, un buen ramillete ávido de promocionar hábilmente si se ponen los medios. ¡Y si lo tenemos todo! ¿A qué esperamos?  ¡Por qué no hacer un sugestivo Museo para Camarón de la Isla y para la Isla de San Fernando en los alrededores donde Camarón-niño desarrolló su infancia y su canto; cerquita de los caños, las marismas, los esteros,  el Puente Zuazo y la Venta de Vargas!

El Museo Histórico Municipal.

El Museo Histórico Municipal.

Pero en contrasentido y volviendo al -sentido común- de lo expuesto anteriormente. Y como dice nuestro sabio refranero: nunca llueve a  gusto de todos. Tanto y al punto que ahora, creo que también se pretende instalar,  el Ayuntamiento o parte de él,  al Museo Histórico Municipal.

Dicho traslado de efectuarse, significaría a mi entender, desnudar a un santo que ya estaba bien vestido y consolidado para  vestir a otro que está desnudo; porque según rumores, el contenido del Museo se pretende instalar en el Colegio Público Padre Franco, provisionalmente o para siempre como todo lo provisional. O más adelante en el Castillo de San Romualdo. Pero no se sabe de qué manera y con cuántas  garantías de conservación, exposición en similitud y comparación -en donde quiera que se instale- con respecto a las condiciones  que tenía en  el lugar anterior.

Una Estación de Autobuses.

Una Estación de Autobuses.

Y aunque  dicho colegio y el castillo estén  encuadrados dentro del eje que aquí se ha establecido, habrá que pensar si será ésta una decisión acertada o por el contrario un retroceso. Cómo también saber ¿Cuándo y en dónde se va a instalar la importante y fecunda Biblioteca Lobo de feliz recuerdo tanto por sus volúmenes como por los ricos actos socio-culturales que en dicha biblioteca se celebraban. O el asentamiento definitivo y acorde de la Academia de San Romualdo por su rango y prestigio como entidad cultural y altruista en el mundo de las Artes, de las Ciencias y de las Letras. Así como la tan esperada como olvidada rehabilitación de nuestro fantástico Ayuntamiento.

Pues por todo lo expuesto, creo que todos los isleños consultados; esperan y  desean un feliz resultado en el desarrollo de ese -eje-  Iglesia Mayor-Puente Zuazo. No sin antes insinuar también la necesidad de instalar una Estación de Autobuses en los terrenos de la Magdalena, que por su cercanía dentro de la misma zona, proporcionaría más credibilidad y dinamismo  en el propósito y en el empeño propuesto. ¿Qué tal? ¿Seríamos capaces de lograrlo?

Sobre el autor

- Profesor, articulista y cofrade.

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