¿Se podría reactivar la Industria Salinera?
Lanzo la pregunta como una moneda antigua al aire, cara o cruz. La Bahía de Cádiz posee un rico entorno y paraje natural que durante décadas y siglos ha sido utilizado por los antepasados cañaillas y gaditanos. La sal era uno de los sectores más consolidados en nuestra tierra. Claramente, hasta la invención de los refrigeradores, la sal servía como material de conservación de los alimentos en las travesías navales y terrestres. La llegada del siglo XX supuso el final de tal industria afincada en nuestros esteros.
A día de hoy, las empresas que elaboran sal en Cádiz se pueden contar con los dedos de una mano. Por desgracia, tanto las corporaciones y consistorios municipales, como la Junta de Andalucía han establecido un tupido velo en el asunto. Dejar morir otra actividad empresarial y económica de Cádiz era su premisa. ¿Sería posible reactivar la Industria Salinera?.
En mi opinión, esto sería posible con unas condiciones bastante férreas. Se ha comprobado que incentivar la creación de empresas salineras privadas acaba siendo una pérdida de dinero. El sector está magullado y en el olvido, sólo el mercado de las sales de cocina y de otros usos menos comunes puede abrirse paso con un producto de “Denominación de Origen”. Un sector que requiera de un trabajo manual, a la vieja usanza, que requiera un denso volumen de mano de obra asalariada local, ese es el fin de tal proyecto.
La idea que planteo va directamente a la Junta de Andalucía, la que debería establecer un tejido industrial público que actuase en monopolio, sin competencia entre sí, para consolidar una oferta y reactivar una demanda. Sería necesaria una inversión abultada en nuestras costas para rehabilitar los esteros y las salinas para su explotación industrial. Lo mejor de este sector industrial es que no contamina y no destrozaría los esteros y el parque natural, cosa que está ocurriendo con su dejadez e inactividad.
Para dicha actividad industrial, de tal escala, sería necesaria la creación de una especie de Instituto Industrial o Comercial Andaluz, para controlar la producción, los contratos, distribución y la cadena comercial en sí misma. Puesto que una actividad económica de tal magnitud necesitaría de una coordinación y organización por parte de la Junta de Andalucía, con la estricta colaboración de los Ayuntamientos. El estricto control y planificación de dicho sector se debe a las fatídicas leyes establecidas por el Ministro Montoro, que cierran y clausuran toda actividad económica pública en el momento en el que éstas presenten déficit.
Estas palabras pueden ser solo delirios de un cañailla que ve tanto terreno en el olvido y una tasa de paro tan elevada como la de San Fernando (Cádiz). Es posible que el proyecto que imagino sea inviable o solamente políticamente incorrecto para el gobierno municipal o autonómico de turno. Pero de lo que estoy seguro es que tal proyecto merece ser ojeado por aquellos que piensan que los isleños y gaditanos merecen una industria que de trabajo a sus gentes.
Darte mi voto de confianza ya que esa idea lleva rondando mi cabeza un tiempo y la veo ahora plasmada en una pantalla. Animo Mario con personas como tu podemos cambiar las ataduras de man