Cartel diseñado por Antonio Belizón Ibáñez.

La 'redentora de cautivos' afronta los preparativos de su segunda salida procesional.

Ayer se presentó, por fin, el cartel anunciador de la salida de Nuestra Señora de las Mercedes, titular de gloria de la Hermandad de los Desamparados de San Fernando. Un diseño de Antonio Belizón Ibáñez, hermano de la cofradía de sanidad, sobre fotografía de Fernando Fossatti Aragón en el que destacan elementos icónicos como la espadaña o una de las almenas que rematan la fachada de su sede canónica. El mismo fue descubierto, durante un acto organizado en la capilla del hospital, por José Manuel Gil, antiguo hermano mayor bajo cuyo mandato salió en procesión la imagen por primera vez en su historia.

Tras el visto bueno del Obispado para que la referida devoción -muy importante desde la perspectiva sentimental para los hermanos de la corporación- se incorporase al título de la misma, éstos no han tardado en recuperar su salida procesional del 24 de septiembre, día de su on0mástica.

Una procesión que sólo ha pisado las calles de La Isla en una ocasión. Concretamente en el año 2006, poco después de que la cofradía recuperase y restaurase esta imagen que -adaptada a dolorosa-, recibió culto bajo la advocación de 'Nuestra Señora de los Desamparados' entre 1987 y 1997, año en que fue donada la actual imagen obra del escultor isleño Alfonso Berraquero.

Añorando a la que había sido su titular durante más de una década, los hermanos se movilizaron para recuperar, a principios del siglo XXI, esta imagen existente en la Iglesia Mayor Parroquial desde principios del XIX y que, al ser sustituida por la actual, volvió a ser retirada del culto, guardándose en dependencias internas. Una vez logrado este propósito pasaría por el taller de Berraquero a objeto de ser restaurada, y ya, bajo su advocación original, poder recibir el culto diario de los fieles en la capilla del antiguo hospital de San José.

La imagen cuenta con una interesante historia documentada y publicada por el historiador Fernando Mósig, quien sitúa sus orígenes en la capilla del Cristo de la Vera Cruz, donde fue fundada una hermandad de las Mercedes a imagen y semejanza de la gaditana a finales del siglo XVIII. Acompañada de los santos Crispín y Crispiniano se trasladaría a la Iglesia Mayor Parroquial a principios de la centuria siguiente, donde permaneció expuesta al culto público durante más de 150 años.

El próximo mes de septiembre volverá a procesionar con sus hábitos blancos, característicos de la orden mercedaria, sobre el paso del Santísimo Cristo de la Sangre.