La artista isleña Marisa Sainz.

Los alumnos de la artista isleña actúan este viernes en la Peña de Camarón tras haber sido premiados en el Concurso ‘Hispalis’.

Hace dos fines de semana, Marisa Sainz volvió pletórica a La Isla tras la final del Concurso Nacional de Baile Flamenco ‘Hispalis’ celebrado en Mairena de Alcor. Cuatro de los grupos finalistas, “todos ellos de muchísimo nivel” según explica Sainz a este periódico, pertenecían a su academia. Y nada menos que tres lograron traerse un premio en la maleta.

Tanto ‘Solera’ -en la modalidad de adultos-, como ‘Parpujitas’ -disciplina infantil- lograron llevarse el oro a casa mientras que ‘Esencia Flamenca’ quedó subcampeón en la categoría juvenil. El cuarto grupo logró una honrosa quinta posición e incluso una de las alumnas, Noelia Bravo, fue distinguida a título individual como mejor bailaora del concurso.

Es por eso que Marisa Sainz, tras más de 15 años dedicada en cuerpo y alma a la enseñanza del Flamenco, no cabe en sí de gozo ante este triple triunfo de su alumnado. Probablemente no sean los últimos, aunque tampoco los primeros, pues recuerda a esta redacción que ‘Esencia Flamenca’ lleva ocho años entre los primeros puestos de Andalucía: “Raro es el año que no se traen el oro o la plata”, explica Sainz, sin obviar, por ejemplo, el tercer Premio Nacional logrado por los ‘Solera’ en el Concurso ‘La Perla de Cádiz’ (2014).

Celebrando el triunfo en el Concurso 'Hispalis'.

Todos ellos concurrieron, días antes, en una actuación previa organizada en la Peña Camarón de La Isla para a objeto de presentar los grupos que pasaban a la final nacional. Ahora, tras la proclamación, vuelven al templo del 'cantaor' con los premios concedidos.

En efecto, este viernes, a partir de las 23:00 horas, se darán cita allí de nuevo en compañía de grandes artistas como Jesús Castilla, David Cuevas a la guitarra, Israel Garri a la percusión y la propia Marisa Sainz, directora de la escuela, al cante, coreografía y dirección. Varios serán los palos del flamenco que toquen, desde los más pequeños con sólo cuatro años de edad -tanguillos, alegrías, caracoles…-, hasta adultos, incluyendo otras modalidades como, por ejemplo, las famosas ‘seguidillas’.

“La anécdota más bonita es que con el primero de Infantil, todos nos dimos por satisfechos porque somos como una gran familia”, explica en relación al desarrollo del concurso, donde el nivel de la competencia era tal que con ese logro ya podían volver tranquilos a La Isla. “Cuál fue nuestra sorpresa, que al proclamar cada categoría casi siempre nos tocaba a nosotros”, añade, con orgullo.

Sainz junto a algunas de sus alumnas.

Y es que aunque la gente sólo contempla el resultado final, hay mucho trabajo hasta llegar a ese punto, “mucho esfuerzo y paciencia el que hay que echar, siempre trabajando en equipo”, aclara Marisa, satisfecha de dirigir hoy una de las academias que llevan el nombre de San Fernando por bandera.

Con su maestra siempre presente, Carmen Peña, de la cual afirma “ha marcado mi profesión”, definió su estilo junto a artistas de la talla de Juan Amaya o Daniel Torres porque “siempre hay que innovar”. Conoce el Flamenco de calle, que “es lo que te faculta para trabajar con gente distinta”, valores que luego transmite a su alumnado, y nunca, nunca, deja de moverse. “Donde me llaman, allí estoy, aprendiendo y enseñando este arte, bailando, cantan o montando espectáculos”.

“Por la noche, cuando todos duermen, pongo el índice y el corazón sobre el pecho para montar bailes con los dedos. Lo hago así porque no quiero despertar a nadie, y aunque parezca raro, quienes me conocen saben que es verdad”.