Días de vino y rosas
“Españolito que vienes al mundo, que te bendiga Dios, porque una de las dos Españas te helará el corazón” – Antonio Machado.
Qué pena que hoy, 14 de Abril, no se levante una bandera, una salva o varios minutos de recuerdo en nombre de nuestra historia. Viva historia, que aún nos tortura porque con la experiencia nos habla desde el pasado. Nació la República, 1931-1939, ¡No murió, la mataron!
Cuántos hermanos y hermanas creyeron en un sueño, en la democracia, la justicia y la igualdad de los españoles. Pero cuántos cayeron en pelotones de fusilamiento y paseíllos. Cuántos hay bajo tierra y en fosas comunes. Debería de ser un orgullo nacional haber contado con compatriotas de tal calado, con personas capaces de luchar y morir por un sueño. Podríamos presumir de nuestra tricolor como la bandera que se levantó entre el fascismo, hizo de España un país avanzado y dejó en la historia un lema que recorrió el mundo entero y que jamás podrán borrar: ¡NO PASARÁN!
¿Quién desea enterrar esa historia y ese orgullo nacional? ¿Quién espera que las tumbas y las fosas se recubran de polvo y se borren los nombres de aquellas personas? Pues quizás aquellos que formaron parte de los asesinatos, las torturas y la guerra; y ahora quieren que corra el tiempo y el olvido se apiade de ellos.
Que nunca caiga en el olvido que hubo un tiempo no muy lejano en el que el futuro de la vieja Europa se jugó en nuestra tierra a sangre y fuego. A día de hoy, sólo la izquierda española homenajea el 14 de Abril asistiendo a fosas y cementerios. La otra cara de la moneda es el Valle de los Caídos que sigue siendo el monumento al Franquismo.
Aún nos queda “la cuestión pendiente” con la monarquía, a la hora de decidir el conjunto de los españoles sobre nuestra jefatura del Estado, pero de una cosa no cabe duda, sino aprendemos del pasado no avanzaremos en el futuro.
“Fue en España donde los hombres aprendieron que es posible tener razón… y aun así, sufrir la derrota” – Juan Negrín.
El grandísimo Pepe Casado fue uno de los cañaíllas que más ha hecho por que no olvidemos la figura de nuestro alcalde Cayetano Roldán Moreno, que atendió como médico primero y como alcalde después a cientos de familias en las penurias en las que los dejaron los señoritos.
¡Esa es la figura que tiene que constar ante nuestro Ayuntamiento, esa es la figura que debe quedar para el recuerdo y para el futuro de La Isla, de la que nos sintamos con orgullo cañaílla!