Las elecciones y la calle Real

Empezamos un año algo complicado para La Isla, ya que tenemos en el mes de mayo las elecciones generales y, ya se sabe, a partir de ahora lo querrán hacer todo, o sea, arreglarán lo que en 3 años y medio no han hecho. Recordemos que, antes de las elecciones, lo pagaba siempre la calle Real, y claro ¡¡esta vez no iba a ser menos!!

Ha sido un auténtico debate y caos los años que llevamos de obras en nuestra calle principal, desde un principio no se hizo bien y lo que mal empieza mal acaba… Así que empezamos el año con el arreglo de la Calle Real que tantos boquetes tiene y con losas que se levantan, muchas han sido las caídas desafortunadas de viandantes. Ahora veremos si el recambio y arreglo tiene un buen fin, estaremos atentos.

¿Poco mantenimiento o mucho incivismo?

Tras las Navidades quedan esos chiquillos a los que aún les quedan ganas de jugar con petardos. No se les ocurre otra cosa que ir a la plaza de San José y destrozar el muro que la separa de la calle, y, pienso yo, ¿de quién es la culpa? ¿de los niños o de su educación?. ¿Cómo pueden encontrar divertido ir destrozando cualquier cosa de su ciudad? Menos mal que los vecinos de dicha plaza fueron en seguida a ponerlo en conocimiento del Ayuntamiento y, finalmente, se arregló.

Lógicamente, después del día de Reyes, fueron varias las quejas de la tardanza en recoger la gran basura que se genera tras esa fecha. Creemos que en épocas así hay que reforzar la recogida. Pero los isleños no sólo se quejan por esto; también por ese Parque Natural tan descuidado y con un aspecto de dejadez total; de nuestros jardines llenos de hojas por el suelo -parece que no se recogen nunca-; de esa falta de papeleras en varias zonas de La Isla. No obstante, nosotros también somos parte responsable: el incivismo que tenemos no es poco. Por ejemplo, los dichosos excrementos caninos casi nunca son recogidos. No hay calle ni césped que se salve pese a que todos merecemos pasear por ellos sin tener que ir esquivando minas, ¿acaso permitirían estos dueños tal situación en casa?, ¿a qué no? Pues el resto de la ciudad tampoco. Queremos unas calles limpias y, para ello, nos tenemos que concienciar de que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia.

En los diez primeros días de enero se solicitó la clausura de varios parques infantiles, fruto de una dejadez extrema. Parques donde nuestros hijos juegan y no hay por dónde mirarlos debido a su falta de mantenimiento, de limpieza, etc. Es incomprensible que algo tan primordial como la seguridad infantil esté tan dejada por parte del Gobierno local.

La luz en La Isla

Un tema que lleva tiempo dando guerra es la falta de iluminación que sufrimos en La Isla, ¿a dónde se ha ido nuestra luz? La calle Real parecía Londres esta Navidad -tétrico total-: barriadas sin luz, avenidas sin luz. El robo del cobre no puede ser la única causa. Algunos dicen que la Junta no se hace cargo del mantenimiento, pero no debemos echarnos la culpa unos a otros sino solucionarlo, ¡no podemos seguir de esta manera!

No hay mes que en nuestros grupos no cuelguen alguna fotografía de piezas de mobiliario urbano arreglado con cinta o con bridas. Estamos hartos de ver las farolas de la Alameda sin tapa, un autentico peligro para los niños que juegan allí. Las cajas grandes de luz están en varias calles, pero, como siempre, se limitan a poner cinta o alambre para arreglarlas, vaya chapuza, ¿no? Eso pensamos desde el Ojo Crítico.

Más críticos

Acabaremos haciendo alusión a las fotografías que reflejan los parques infantiles con esas vallas, tras clausurarse y sin arreglo alguno. Muchas están desplazadas o volcadas sobre el suelo. Otras muestran aceras rotas desde hace bastantes años y, sin embargo, tenemos al Ayuntamiento arreglando cosas que no son necesarias.

Hubo algo de polémica cuando el equipo de Jardines "limpió" una zona de palmeras en Fadricas II, y nosotros nos preguntamos, ¿para esto ha quedado el polígono? Son los que más ejemplo deben dar y hacen todo lo contrario. Para rematar el mes tuvimos la gran noticia de nuestro polémico Museo de las Ciencias y el Mar al ser elegido como uno de los 10 edificios más inútiles de España. 10 millones de euros nos costó la broma. Tanto dinero gastado en balde frente a las necesidades sociales son para enfadarse, ¿verdad?

Mandy Sánchez Taura