Turismo, Cuaresma y Semana Santa
El pasado domingo se clausuró en Jerez I Encuentro Provincial sobre Turismo, Cuaresma y Semana Santa, organizado por la UCA, el Ayuntamiento de la Ciudad y la Agencia Mav de Comunicación, que contó con las asistencias de hermanos mayores, alcaldes, dirigentes de turismo, de la restauración, de los medios sociales, consejo de hermandades jerezano y cofrades en general.
¡Aleluya! Por haberse celebrado este -I Encuentro- después de tanto tiempo demandado por una buena parte de cofrades comprometidos y relacionados con las hermandades y cofradías. Aunque no haya sido organizado por ellas, ni celebrado en la Diócesis de Cádiz cómo les hubiesen deseados a estos y otros muchos cofrades. Y en tal caso, celebrado quizás con otro horizonte bien distinto, independientemente del interés de los temas tratados en dicho I Encuentro, que por cierto han sido buenos, oportunos y muy variados en muestras, exposiciones, mesas redondas, videos, incluido el recital flamenco de despedida. ¡Enhorabuena!
Por tanto y sin entrar en valorar su éxito o no. Bienvenido sea éste I Encuentro además de aplaudir la iniciativa de los promotores en cualquier caso. Sin embargo en mi opinión, honradamente he de comentar algunos aspectos y reparos sin que éstos supongan una actitud crítica, que no sea sólo la constructiva y que trataré de explicar a continuación:
En primer lugar equivocadamente o no, permitidme decir que el título elegido de dicha celebración bajo el punto de vista cofrade: Turismo, Cuaresma y Semana Santa, parece que prioriza y destaca más al primer término que a los dos siguientes, cuando en realidad éstos son las consecuencias que posibilitan al primero.
Por otra parte, debo puntualizar también la debida separación de los conceptos de su título, porque si se considera a la Cuaresma y sobre todo a la Semana Santa, como medios o plataformas de Turismo, que evidentemente lo son para este sector. Así como si se presentase fuera de su contexto y no se contemplara más allá de su fundamento, creo que se le haría un flaco favor a nuestras más queridas corporaciones, que permanecen ajenas a tal circunstancia, porque sus objetivos y fines van por otros caminos.
Creo modestamente que la Cuaresma y especialmente la Semana Santa, deben ser asumidas, tratadas y consideradas como lo que evidencian y representan sin apartarlas de cuanto significa y se refiere a su espiritualidad y a la religiosidad popular. Otra cosa, aunque ésta sea inevitable, es que se utilizase como medio y escaparate de una transcendencia solamente cultural. O sin introducir todo el auténtico empuje del impacto religioso de sus verdaderos argumentos y valores esenciales.
La clausura de dicha celebración enlaza con la apertura de Fitur en Madrid del 28 de Enero hasta hoy 1 de Febrero precisamente, donde en dicha Feria, los municipios también introducen una buena campaña de las excelencias y de las bondades de nuestra Semana Mayor en el plano del acontecimiento, de la costumbre y de la tradición cultural, que está bien, es legítima y además proporciona unos resultados de pingues beneficios generalizados. Y entre ellos, destaco éste último sin profundizar, porque estos beneficios poco o nada repercuten en las hermandades, aunque éstas son en definitiva las que proporcionan gratuitamente que el hecho se mantenga y se produzca.
El párrafo anterior, no se debe tomar como una declaración de intenciones, sino como una autentica realidad varias veces ya comentadas. Y sólo manifiesta una apreciación real, que plantea esta pregunta ¿Qué sería de nuestras hermandades y cofradías si no existiesen estos -cofrades- que son los que altruista y devocionalmente les dan forma y vida para exponer a la contemplación pública de todo un pueblo: la pasión, muerte y resurrección del Salvador, representada en las procesiones de Semana Santa, que tantas pasiones levanta, tanto dolor se manifiesta, tanto amor se prodiga y tanto gentío mueve?
Pero no por eso dejo de considerar y vuelvo a aplaudir la iniciativa de este I Encuentro Provincial, porque de alguna manera ha movido una apertura, que ya hubiésemos deseado los cofrades -celebrar en nuestra Diócesis- para poder abordar, debatir y regular temas de orientación exclusivamente cofrades más concretos, específicos y actuales de vital importancia y transcendencia, que son los que nuestras hermandades y cofradías necesitan en el devenir futuro de la religiosidad popular y del mantenimiento de nuestras queridas corporaciones, al menos en la Diócesis de Cádiz.
Y así hacer efectiva, la tópica y consabida frase. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios…