Placa de la Calle hermanos Laulhé.

…y de su hermana habitadas por ellas mismas, excepto la nº 58 alquilada al restaurante De Javier a modo de almacén, seguido de la que fue la tan conocida Mercería del padre de ambas,  Emilio Salas, situada en la misma esquina de la calle Real con la calle San Diego de Alcalá (aún hoy cerrada pero en vía de adherir lo que fue el espacio de su amplio  escaparate, que para los niños llegado los Reyes, contemplarlo repletos de juguetes suponía una gran ilusión, ahora se va a convertir en la ampliación del restaurante De Javier).

Y en la otra esquina el Bar San Diego (desaparecido) y en su lugar Carmen, un establecimiento de ropa interior. Delante de esta tienda  hay otra placa metálica colocada en el suelo como las anteriores con una cita de José Antonio Griñán que fuera Presidente de  nuestra Comunidad Autónoma, que dice: "Sin educación no hay ciudadanos". OOOH! Yogur y Gelato, la otra Óptica Fernández (que sigue), la Cafetería y Heladería Micahela, en cuyo lugar tuvo una estupenda sastrería Salvador Martínez. Le sigue el eterno Carval (que  sorprendentemente sigue), el Royalty (antigua Cepa Gallega). Y entre Carval y el Royalty la Casa nº 68 donde nació el Vicealmirante Miguel de Mier y del Río, que en su recuerdo por su muerte a bordo del crucero Miguel de Cervantes, siendo Almirante de la Escuadra, el Ayuntamiento el 18 de Julio de 1946, le dedicó una placa que se conserva en su fachada que normalmente pasa desapercibida para muchos ciudadanos, porque ciertamente su colocación invita a ignorarla.

En la esquina del Royalty cara a la Plaza del Rey, otra placa qué, aunque más visible que la anterior también pasa algo desapercibida por la altura de su colocación. Dicha placa se refiere a los hermanos Laulhé: Ramón, Juan, Antonio, Carlos y Remigio, hijos del General de la Armada  y Gobernador de Cádiz, Manuel Laulhé Pavía. El Ayuntamiento le dedicó a esta calle el nombre -Hermanos Laulhé- para perpetuar los servicios prestados por éstos en la contienda nacional.

Y salvando la Plaza del Rey (Plaza de España) en la otra esquina y antes de llegar a ella, detenernos a contemplar la figura del típico mariscador de la Isla con su canasto (perfectamente conseguida). Y ya en la misma esquina, la antigua Gran Vía donde se degustaba el mejor vino que se tomaba en La Isla en sus vasos de campanas, su calidad se apreciaba porque trasegaba y dejaba reposar sus caldos antes de su consumo (hoy Banco Sabadell), la Esterería de Pareja en donde se empezaron a confeccionar los primeros capirotes de cartón para los penitentes (hoy Unicaja), la Casa de los Oliveras, de los Díez y de los García de Movellán.

A continuación  el edificio que albergó Correos y Telégrafos esquina con la calle Saturnino Montojo. Delante de este Edificio hay colocada en el suelo una cuarta placa metálica como las anteriores, con una cita del escritor, Arturo Pérez Reverte, que dice: "La guerra se libró, de verdad, en San Fernando". Y en la otra esquina, la Ferretería de Sainz de Bustamante, antigua Tadín, desaparecida y en su lugar, una Pizzería y hasta hace escasos meses era La Xanta de Castro Bar de tapas, ahora trasladada, el edificio de viviendas contiguo donde está la Notaria de Iñigo Romero de Bustillo, la Delegación del  Diario de Cádiz, un Estudio de Arquitectura de Yolanda M. García y un Gabinete de Psicopedagogía. Seguimos con una Heladería, una Peluquería (en el mismo sitio donde hubo otra), la Peluquería Wcost en donde estuvo la selecta y exquisita tienda de comestibles de Casa Ismael  en la esquina de la calle Sánchez Cerquero.

Farmacia Prieto.

Y en la otra esquina, la Farmacia que fue antigua de Bada,  anteriormente  de  Eladio Cano o del Licenciado Escuín, después de García Roldán y Josefina Prieto, esposa que fue de García Roldán (farmacéutico militar del Hospital Naval de San Carlos que tuvo también, aunque no le correspondía hacerlo por su señalada condición de farmacéutico militar la Farmacia de la Calle Real abajo, ya comentada, que luego pasó a la propiedad de Rodríguez Prada). Y siguiendo con la de Prieto, ahora del Farmacéutico José María Gómez Quirós, que es su actual propietario, aunque se la sigue conociendo como la Farmacia de Prieto. Y tras ella,  las casas nº 82 y 84 de la familia del practicante Montero y de la familia Jiménez llegada de Filipinas, cuyos descendientes continúan. Y le sigue la Librería y papelería Piorno, el Real, primero Floristería y después Floristería y Fotografía de José Luis Cardoso Macías, que estuvo más arriba en los bajos de la Casa de las Goyenecheas, donde ahora hay un Chino denominado como el de enfrente: Passion. Y la Floristería antes citada que ha pasado a ocupar el lugar de la Papelería Piorno (donde existía el desorden más ordenado del mundo mundial, pero en donde  se encontraba pese a su desorden y estrechez absolutamente de todo. Era como un pozo sin fondo del cual sólo nos queda  tristemente su recuerdo).

A continuación la Autoescuela Campos (cerrada). Y a esta altura aproximada de la citada Autoescuela y enfrente del Colegio de La Salle, la quinta y última de las placas metálicas colocadas en el suelo de la Calle Real con una cita del Rector de la UCA (Universidad de Cádiz) Diego Sales, que dice: Aquí, comenzó un nuevo Curso académico como en 1810 comenzó el parlamento español. Le sigue Marco Rivero (Tienda de ropas cerrada), una tienda de Movistar (cerrada), la tienda de Tejidos y Confecciones Jisol (desaparecida y convertida  en otra, dedicada a Armería y Deportes; Deportes Espada), Álvarez entonces Mercería y hoy Autoescuela Avenida (cerrada) y en la planta baja la Clínica Dental de Román abierta y la Autoescuela Román (cerrada). En este edificio y a la espalda de él, también tuvo Benito Rodríguez Pastoriza una gestoría que tal vez fue de las primeras que se instalaron formalmente en La Isla y de Seguros como La Equitativa.

El Rosco de Oro.

Y como final de la manzana, la antiquísima Confitería y Pastelería de la Victoria en la misma esquina de la Alameda en cuyo lugar anteriormente existió una sastrería. La citada Confitería propiedad de Cristóbal del Águila Gil conocido cariñosamente como ‘Cristo’ administrada hoy por sus hijos Francisco y Diego, ha cumplido el pasado día 23 de Octubre de 2014 otrora día del Cerro, un Siglo, es decir -100 años- de antigüedad y de estar fabricando sus famosos y tradicionales roscos de Semana Santa además de sus ricos pasteles de finos regustos y sabores ciertamente afrancesados que así fue con el espíritu que comenzaron. Roscos que no sólo se han convertido en una institución a través de su Rosco de Oro que dicha firma adjudica cada año a un personaje de la Ciudad por su vínculo cofrade y sus merecimientos contraídos a favor de nuestra Semana Mayor, que en su Vigésima Edición ha recaído en  José Carlos Fernández Moscoso, Director del diario digital San Fernando Cofrade, sino por la exquisitez y el reconocimiento que tienen afuera de la Ciudad.  La citada confitería posee otra en la calle Rosario llamada La Nueva Campana y abrió otro establecimiento en la calle San Rafael.

Y ya salvando la citada Plaza de la Alameda. En la otra esquina retranqueada con respecto a la joyería ya que ésta más bien origina un saliente que un retranqueo, la Casa del Almirante Baturone Colombo, que fue Ministro de Marina. Casa donde ahora existe una notaria, La Notaria de Ignacio J. Padial Gómez-Torrente y a su lado el Bar restaurante La Posada.  Y a continuación siguiendo por Real, el saliente achaflanado de la ya citada joyería Alameda que antes fue Mercería de Cruceira, en cuyo saliente se encuentra también en la planta alta la Casa cerrada y deshabitada desde hace años que fue de Faustino Ruiz (entonces Vicealmirante y Gobernador de la Guinea Ecuatorial) referenciadas con los números 98 y 98 B. Y en la planta baja la tienda de comestibles denominada El Pino, el patio del Pino propiamente dicho, la lechería de la madre de la familia Ortega, madre del famoso matador de toro  Rafael Ortega  (su hermano Baldomero  también fue torero).

El Patio de San Francisco.

Y tras dicha lechería el singular, popular y complejo  patio de vecinos de San Francisco dividido en dos: uno  exterior donde  existía unos garajes (pocos) en el que encerraban algunos de los escasos coches que había en aquella época entre ellos el de Álvaro Más y el de Antonio Sanz. Y en el otro patio dentro de la puerta lateral de la misma Iglesia entrando a la derecha, había una reja que se cerraba y que existe todavía comunicando por fin a través de dos preámbulos de vueltas, a modo de una pequeña revuelta, con el magnífico Patio de San Francisco, con sus columnas de mármol en toda su cuadratura sosteniendo los arcos de medio punto que dan origen a unos soportales y en el centro dos brocales preciosos de mármol rematados de sus respectivos arcos de hierro trabajado.  Debajo de los soportales se distribuyen las 15 ó 16 casas de familias, constituyendo una comunidad de vecinos, que figuran en tan aparente oculto como interesante Patio. Y  en  la complejidad de tan vericueto recinto existió también el primer centro de enseñanza religiosa o un Colegio conocido como el de D. Rogelio.

Y siguiendo con la fachada  y en la misma esquina y antes de llegar a la propia Iglesia de San Francisco (de la que el capitán de Navío Manuel Eugenio Baturone Santiago y académico de la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes tiene publicada su apasionante historia), se encontraba la primitiva Casa de San Vicente de Paúl y la Casa parroquial. La Casa de San Vicente de Paúl…Continuará…