Una etiqueta con 'arte'.

91/100 es la puntuación que el corresponsal del crítico vinícola Parker en España ha otorgado a este producto artesanal: el mejor tinto de la provincia de Cádiz.

José y Miguel Gómez Lucas son de La Isla. Aman a su ciudad, su provincia y su Comunidad, de modo que no es de extrañar que hayan querido sacar todo el partido a la riqueza de la tierra, en este caso, al tinto que tanto auge está empezando a adquirir ahora en una zona históricamente dominada por los vinos blancos y de Jerez.

Estudiaban Química en la Universidad cuando pronto descubrieron su verdadera vocación, y decidieron dar un giro de 180º a su formación con la carrera de Enología. Obtuvieron su título y se empaparon de los conocimientos ancestrales propios de las bodegas jerezanas. Sin embargo, no podían quedarse ahí. Un título no basta, no satisface para triunfar en aquello que a uno le llena de verdad. Por eso, primero Miguel, y luego el José, decidieron hacer las maletas y recorrer mundo para comprobar, de primera mano e in situ, las técnicas de elaboración del vino propias de muchas partes del mundo.

Miguel fue el primero en despegar. Estuvo en El Bierzo, al norte de España, pero no tardo en abandonar el país para conocer los entresijos de la producción vitivinícola propios de California (EEUU) o Chile. José también empezó por el norte para, posteriormente, adquirir gran experiencia en el sector gracias a lo aprendido en países como Nueva Zelanda o Italia. “Uno nunca puede pensar que ha alcanzado la cumbre, por lo que la adquisición de conocimientos es constante por nuestra parte”, indican, con la intención de seguir turnándose a la hora de explorar nuevos destinos.

El resultado a su regreso fue un vino singular, cuya materia prima no es otra que la tintilla de Rota “porque estamos convencidos de que el vino debe elaborarse con la uva propia de cada sitio”. Una variedad de uva autóctona, de buena maduración con un grado óptimo de alcohol que deja en el paladar un regusto floral, aromático.

La famosa 'tintilla de Rota'.

Como consecuencia del eco que comenzaba a tener ‘Mahara’, como se bautizó a este producto puramente artesanal -sin maquinaria- en homenaje a la tierra que le ha visto nacer-, y también a la ‘locura’ que invadió a sus impulsores cuando lo dieron todo por él, no sólo se agotaron las unidades de la primera cosecha, sino que provocó un efecto aún más inesperado. El corresponsal de Parker en España -uno de los críticos vinícolas más reconocidos a nivel mundial- supo de la calidad de las tintillas de Rota, y, a su paso por las bodegas de la zona, valoró el vino de los hermanos isleños con un 91/100. Lo cual lo convierte en el tinto mejor valorado de la provincia de Cádiz según esta lista de relevancia mundial.

“Nuestra intención es seguir aprendiendo, seguir trabajando y, además, diversificar el negocio”, declaran. A ‘Mahara’ -vino que necesita nueve meses de crianza y más de un año de botella- se unirán en breve los blancos y una variedad joven no por ello menos elegante.

Aunque de momento el producto estrella de esta pequeña sociedad sólo se distribuye en establecimientos de restauración -aún están en negociaciones para hacer lo propio en comercios-, todos aquellos que estén interesados podrán deleitarse con la calidad de ‘Mahara’ poniéndose en contacto con sus creadores mediante el siguiente correo: info@mahara.es, o con la empresa dedicada actualmente a su distribución, Ansama.