Carlos Chaouen
Hace poco me decía un amigo que cuando un isleño destaca fuera de sus fronteras no lo hace como un cualquiera, sino como el mejor. Este es uno de los casos que vengo a presentar hoy.
Decir Carlos Chaouen debería de ser suficiente para no tener que presentar a uno de los mejores músicos y letristas de este país. Nacido en San Fernando y de nombre original Juan Carlos Sánchez Ceballos, este isleño se vio obligado a marchar hacia Madrid cuando aún tenía 12 años, aunque jamás ha perdido su condición de cañaílla.
A mediados de los 90 comenzó a transitar las salas de conciertos madrileñas con un grupo llamado Crápulas Flor, pero fue a finales de esa década cuando comenzó su carrera como cantautor en solitario. Desde su primer disco, titulado con su propio nombre artístico, Carlos Chaouen, en 1998, ha ido regalándonos joyas musicales con un estilo propio fusión de sus muchas influencias y aliñadas con letras al alcance de la mejor poesía, lo que le valió para que en 2012 la editorial Pigmalión recogiese en un volumen todo su cancionero escrito, titulado Canciones, poemas y otros textos. Después de ese primer disco fueron desfilando algunos más: Maldita (2000), Universo abierto (2003), Tótem (2005), Horizonte de sucesos (2008), Respirar (2011) y En la Frontera (2014).
Carlos Chaouen goza de un gran prestigio y consideración entre sus compañeros de profesión, no en vano grandes artistas de la talla de Sergio Dalma, Ana Torroja o Diego El Cigala han cantado sus canciones.
Siendo La Isla un lugar de grandes talentos e injustos olvidos, escuchar a Chaouen es sentir la vida palpitando en los oídos. Teniendo en San Fernando musicalmente la Deidad que supone Camarón, los que amamos la música de autor podemos afirmar que por encima de Dios se encuentra Carlos Chaouen. No dejéis de oírlo.
Paco Ramos Torrejón
Doy fé de ello. He visto salas enormes llenas por este gra maestro fuera de aqui,pero también he visto como un mal sonido en una sala... de Cadiz capital con nombre de ave de pico extenso... no ha podido con él. Tambien como en el teatro Romano de Baelo Claudia hacía las delicias de todos los presentes en ese lugar tan mítico. Por suerte en verano siempre se deja caer por tierras gaditanas; Vejer, Chiclana, Conil, Los Caños... pero La Isla no escarmienta y nunca pone en valor todo lo bueno que tiene!