Hoy tan sólo quiero mandar fuerza y energía para todos esos momentos que, por muy felices que seamos o nos sintamos, algún día nos invaden, cambiando el color de todo lo que nos rodea y dejándonos a merced del mayor desconsuelo que existe. Todos, lo vivamos de una u otra forma, pasamos por ellos en la vida, pues esa es la forma que ella tiene de enseñarnos las más bellas y grandes verdades que la componen, que dan sentido a nuestra existencia.

Debemos ir aprendiendo, no sólo de su mensaje final, sino también de su proceso, de la forma en que podemos hacer que esos aprendizajes no nos causen tanto dolor o, al menos, que éste sea más corto en el tiempo.

Por mi parte, lo que me gustaría proponeros es que si un día nos vemos envueltos en la pena, la tristeza, el dolor o la incomprensión del mundo, podamos leer estas líneas que recogen esas cosas que todos podemos ver en nuestros mejores momentos y que los malos pensamientos nos hacen olvidar.

Por eso hoy...

...recordemos que nuestros fracasos son la base de todas nuestras conquistas.

...recordemos que la tristeza es la que da sentido a nuestro deseo de ser felices.

...recordemos que al caer nos topamos con cosas que no éramos capaces de ver cuando estábamos de pie.

...recordemos, como dice el dicho, que "de los errores se aprende", por lo que lamentarse no sirve de nada.

...recordemos que el Universo y sus hilos siempre están de nuestro lado, sea el lado que sea.

...recordemos elegir bien ese lado, elegir lo que queremos de verdad.

...recordemos abrir bien los ojos para ver que siempre hay alguien ahí que se preocupa por nosotros.

...recordemos que mientras que nos hundimos en nuestro dolor les estamos haciendo daño.

...recordemos que si nosotros no nos queremos, nadie más lo hará.

Y, recordemos también...

...que la risa aumenta la calidad de vida.

...que el amor protege nuestros corazones.

...que sin dolor no habría un amigo dispuesto a sanarlo.

...que la vida se pasa a cada segundo y tú tiempo para disfrutar tiene un final,

así que sigamos soñando y ahora, vamos a recordar...

...que aún no hemos viajado a ese país.

...que no podemos morirnos sin probar ese plato.

...que no hemos hecho el amor con la persona que tanto nos gusta.

...o tal vez, que aún nos quedan muchas ocasiones para poder amar a quien tenemos

cerca.

...que algún día alcanzaremos todas nuestras metas.

Me encantaría que pudieseis añadir cientos de cosas más a esta lista y también, que nunca olvidásemos que, aunque no seamos imprescindibles en la vida de nadie, somos totalmente necesarios en la vida de quienes nos quieren de verdad.