Lealtad, exigente palabra
Lealtad: cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad, las del honor y la hombría de bien.
Lealtad: Legalidad, realidad, verdad
Lealtad, exigente palabra que por ser fieles a nuestros principios nos obliga a encabezar una reivindicación a pesar de que los principales afectados por la causa no quieran, o no se atrevan, a ponerse al frente.
Lealtad, exigente palabra que forzados por las leyes de la fidelidad y la hombría, o mujería que dirían los modernos, de bien, nos hace gritar con fuerza ¡¡NO AL CIERRE DEL CEFOT!!, aun cuando los verdaderamente perjudicados por su cierre, no quieran, o no se atrevan, a gritarlo en público.
Lealtad, exigente palabra que, aun cuando los distintos partidos políticos no quieran, o no se atrevan, a ponerse de acuerdo para exigir a quien haya que exigir, que no se lleven lo que es bueno para la Isla, que nos dejen lo que es nuestro, que no nos toquen lo que lleva años funcionando, dando beneficios a la Isla, dando trabajo a los isleños, dando prestigio a nuestra ciudad, cuando los distintos partidos se enfrentan entre sí, tirándose los trastos a la cabeza, sin mirar más que sus intereses partidistas, la lealtad de este puñado de Cañaillas, nos obliga a posicionarnos frente a ellos y decirles: ¡¡QUE NO SEÑORES!!, ¡¡QUE NO!!, ¡¡QUE NO QUEREMOS QUE NOS CIERREN EL CEFOT!!
Lealtad, exigente palabra que nosotros llevamos por bandera para defender la Isla, piensen lo que piensen los que no quieren, o no se atreven, a defenderla, nosotros, hombres y mujeres de bien, decimos que a la Isla se viene a traer, no a llevarse, que para llevarse ya se llevaron la Bazán, la Constructora, la escuela Naval, la de Escribientes, la de Artillería y Tiro Naval Janer, que ya se llevaron el Cuartel de Instrucción, que nos dejaron sin la Escuela de Aplicación de Infantería de Marina, que puestos a llevarse se llevaron hasta los polvorines, y aun estamos esperando que al menos sus terrenos nos los devuelvan, que con tantas cosas como se han llevado, nos han dejado casi sin nada y ya no aguantamos más.
Lealtad, exigente palabra que nos impulsa a luchar por lo nuestro, a ver en lo nuestro lo positivo, lo bonito, lo prometedor, por muchos que otros solo quieran, o solo se atrevan, a destacar lo negativo, lo sucio, lo derrotista. Lealtad la nuestra que a pesar de saber que aun nos queda un largo camino por recorrer, nuestra ciudad está a las puertas de su sueño, preparada para ser locomotora que tire del tren del progreso en la Bahía, y gracias a Dios cada día hay más asociaciones y entidades que ven la Isla con nuestros ojos, y apuestan por ella y gritan con nosotros que sí, que merece la pena, que cuando otros, muchas veces mal intencionados, ven negro, o en el mejor de los casos gris, ellos, como nosotros ven azul, verde y amarillo, ven esperanza y luchan por conseguir su sueño, nuestro sueño.
Lealtad, bonita y exigente palabra que expresa legalidad, verdad y realidad, y siendo verdad que nuestro sueño es una Isla Viva, dinámica, moderna, solidaria y comprometida, convertir este sueño en realidad es nuestra única ley, por eso lealmente seguimos en constante lucha por hacer de nuestra Isla la ciudad que siempre quisimos y profesamos de este amor hacia la Isla que nos hace ser LEALES, FIELES, HONORABLES, en definitiva HOMBRES Y MUJERES DE BIEN, que a pesar de los pesares anteponen la lealtad a su Isla a cualquier otra lealtad, aunque a veces ni los más interesados quieran, o se atrevan, a ponerse a nuestro lado para también ellos ser leales a lo suyo, y es que…
La lealtad es siempre una exigente palabra, por bonita que a veces pueda parecernos.