Cinco secuelas inesperadas y un remake delirante
Sabido es que la originalidad en el séptimo arte lleva muchos años brillando por su ausencia. Resulta chocante que en lo que llevamos de 2014 los diez films más taquilleros en todo el mundo son “remakes”, adaptaciones de cómics o secuelas.
No debería sorprenderme ya, pero a continuación os voy a detallar una serie de proyectos a estrenar entre 2015 y 2016 que han captado mi atención por el enorme impacto social que tuvieron no hace mucho las sagas en cuestión, por el calibre de sus estrellas y porque nadie contaba ya a estas alturas con las nuevas aventuras de tan famosos personajes.
Matt Damon retomará su personaje de Jason Bourne en una cuarta entrega al conseguir que se uniera al proyecto el estupendo Paul Greengrass, director de las tres anteriores. Hasta ahí todo normal a pesar de que Damon dejó claro en 2007 que sería su último film sobre el personaje, primando más sus futuros proyectos que el enorme éxito de la saga. Pero ahora que parece que su estrella se está apagando y que solo podemos considerar “Elysium” como su único éxito en el último lustro, es hora de apostar sobre seguro. Pero aquí el gran damnificado es Jeremy Renner que protagonizó en 2012 esa floja, extraña y oportunista secuela llamada “El Legado de Bourne” y que tenía previsto estrenar otra entrega en un par de años. Tras su soberano cabreo ha decidido hacer público que le encantaría compartir pantalla con Damon en un futuro proyecto conjunto con los dos espías como estrellas de la función… lo que se viene llamando un “crossover”. Y es que si no puedes contra el enemigo, únete a él o al menos inténtalo…
Cuando Arnold Schwarzenegger decidió volver al mundo del cine tras más de un lustro como “Governator”, jamás imaginó que su estrella y popularidad habían decaído tanto. Salvo sus colaboraciones con su amigo Stallone en la saga de “Los Mercenarios” y “Plan de Escape”, el resto de sus films estrenados –“El Último Desafío” y “Sabotaje”- fracasaron con estrépito. Ante tan desolador panorama, ha decidido regresar a la saga de “Terminator” tras dos fabulosas e influyentes primeras entregas, una tercera decepcionante y una cuarta con Sam Worthington y Christian Bale que prefiero no recordar. El film en cuestión se llamará “Terminator: Genisys” y se estrenará el próximo verano a buen seguro con una fuerte campaña de promoción, ya que a la Paramount le interesa sobremanera revitalizar la saga. Por cierto, la presencia de James Cameron en esta entrega es meramente testimonial. Sus colaboraciones se han reducido a meras consultas sobre los personajes creados por él hace ya tres décadas.
La carrera de Eddie Murphy, como describí en mi anterior artículo para este medio, está en un momento lamentable. Sin apenas proyectos serios y con un listado enorme de fracasos en la última década, su carrera parece estar sentenciada. Sin embargo y, en un alarde de originalidad, no se le ha ocurrido nada mejor para revitalizar su estrella que protagonizar una cuarta entrega de “Superdetective en Hollywood”. Y eso sin tener en cuenta que, a pesar del enorme éxito de las dos primeras entregas, la tercera parte estrenada en 1994 –sí, aquel bodrio del parque de atracciones- ya fue un fracaso artístico y comercial. El film tiene previsto estrenarse en la primavera de 2016, aunque habrá que ver si la contagiosa risa del que es uno de los cómicos más exitosos de la historia sigue surtiendo efecto. Lo dudo…
El caso de Sylvester Stallone es más extraño, porque quiere retomar sus personajes fetiche en un momento de su carrera en el que ya no les necesita ya que ha sido lo suficientemente inteligente como para crear una nueva saga de éxito como la de “Los Mercenarios”. El asunto es que el bueno de Sly se ha venido arriba porque se ha dado cuenta de que su popularidad en el emergente mercado chino es impresionante, recaudando allí sus films una millonada –el mercado cinematográfico en China superará en recaudación al americano en menos de un lustro, según las previsiones- y se le hace la boca agua al pensar lo que podría suponer allí un nuevo Rambo o un nuevo Rocky. Lo que sorprende es la intención de recuperar a dos personajes que forman ya parte de la cultura popular, tras haber cerrado estupendamente el círculo en 2007 y 2008 con “Rocky Balboa” y “John Rambo”, dos films que gustaron mucho entre el gran público y que fueron apreciados como dos broches de oro a tan populares sagas. Pues bien, parece ser que la quinta parte de Rambo se llamará “Last Blood” –hay que recordar que el título original de “Acorralado” es “First Blood”- y que en 2015 veremos cómo combate a los peligrosos cárteles mexicanos de la droga.
Lo de Rocky es mucho más enrevesado. No es una secuela al uso, pero Stallone está dispuesto a recuperar su personaje en el film “Creed”. Resulta que Ryan Coogler y Michael B. Jordan, director y protagonista respectivamente de “Fruitvale Station” uno de los films independientes americanos más premiados de los últimos tiempos, son grandes admiradores de la saga del “potro italiano” y están dispuestos a realizar un film sobre la figura del nieto de Apollo Creed, el primer y carismático rival del héroe, y cómo ha influido en él la figura de su abuelo. Quieren crear un espectáculo cinematográfico con trasfondo social y no pueden obviar la presencia de Sly, al que necesitan en el film. Él ha aceptado gustosamente. Se rodará el próximo año y de tan extraño que suena, creo que merece un voto de confianza.
Y dejo para el final lo más delirante. Y es que rodar un “remake” de “Ben-Hur”, la obra maestra dirigida por William Wyler, me parece una total herejía. Y si encima ponemos de director al “gran” Timur Bekmambetov, realizador de films como “Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros” o “Wanted”, ya rematamos la faena. En 2016, si una milagrosa cancelación de rodaje no lo remedia, tendremos el presunto desaguisado en nuestras carteleras. Y ni siquiera la presencia del magnífico Morgan Freeman en el reparto me da garantías de producto decente.
Visto lo visto, en pocos años la Academia de Hollywood se las verá y se las deseará para conseguir cinco candidatos al mejor guión original. Las ideas novedosas están en peligro de extinción.