Cartel del nuevo proyecto para el Zaporito

La adjudicación del Molino de Mareas del Zaporito ha creado grandes expectativas sobre el futuro de la zona y los proyectos de uso que se barajan para el antiguo molino de mareas. Ramón Morales, responsable de Ciencia Divertida Cádiz, empresa adjudicataria de la explotación del antiguo molino, habla sobre el proyecto de gestión del molino de mareas del Zaporito y su entorno: 'Planeta Isla Museum'.

Historia, Medio Ambiente, Ciencia e Ingeniería. Son los cuatro ejes en torno a los que se articulará la labor de Ciencia Divertida -empresa adjudicataria del Zaporito según reciente comunicado oficial- para poner por fin en valor el molino de mareas y su entorno ambiental más próximo. Una de las cuentas pendientes que la ciudad tenía para con su Patrimonio Cultural y que ahora, por fin, abrirá sus puertas para enriquecimiento de todos los isleños y visitantes que decidan disfrutar de los servicios ofertados por la división gaditana de esta franquicia que ya cuenta con numerosas sedes dentro y fuera de España.

Desde que las obras de rehabilitación culminaran en el año 2011 han sido muchas las opciones barajadas para su uso. Las mismas provenían de partidos políticos, asociaciones culturales y ciudadanos que, a título personal, mostraban su preocupación por este símbolo de la cultura isleña. Algunas de esas alternativas eran destinar las infraestructuras a museo de la sal -producto íntimamente ligado a la historia de la Isla-, hacer de ellas un centro de interpretación del medio natural e incluso habilitarlas como sala de exposiciones artísticas. Durante los escasos momentos en que el molino ha permanecido abierto al público pudo observarse que éste ya ha sido dotado de contenidos tecnológicos para su mayor comprensión por parte de los visitantes, pero faltaba algo más. Algo que realmente dotara de vida al histórico enclave propiedad Juan Domingo Saporito, comerciante italiano afincado en la zona durante el siglo XVIII que vislumbró las posibilidades del caño de Sancti Petri como canal natural de comunicación entre ésta y la vecina localidad de Chiclana.

Tras el infructuoso intento que supuso la anterior concesión de la actividad, y todo el tiempo que éste ha permanecido cerrado salvo excepciones, muchos isleños cuestionaban cuándo tenía previsto el Ayuntamiento corregir la situación. Su respuesta llegó a finales del pasado mes de septiembre, momento en el que comunicó su adjudicación a dicha empresa -y única candidata, al parecer, a este segundo concurso público-.

Este medio se ha puesto en contacto con el responsable de Ciencia Divertida Cádiz, Ramón Morales, para conocer de primera mano las expectativas de la entidad respecto a la oportunidad que se les brinda y algunas pistas de su programa de puesta en valor. Morales ha confesado al periódico que están muy ilusionados, pero a la vez son conscientes de la gran responsabilidad que implica. No obstante confía en las tablas del grupo tras casi dos décadas trabajando por la educación y la cultura en la Isla. Muestra de ello son los ciclos escolares como el que empezarán el próximo mes de noviembre 'Vivir en Salud', junto a la fundación MAPFRE, las jornadas del 'libro infantil' o las actividades de la compañía teatral 'Planeta Mejor'. La iniciativa de gestionar un monumento histórico es ciertamente pionera para ellos, sin embargo, cuenta con antecedentes en otros puntos de la comunidad autónoma que no ofrecen sino buenos augurios.

"La actividad girará en torno a cuatro ejes fundamentales", indica Morales. El primero de ellos se centrará en la historia, no sólo del Zaporito, sino de la ciudad de San Fernando en general y muy especialmente en los hitos constitucionales. Un segundo eje tendrá por protagonista al Medio Ambiente y la importancia de las energías renovables. Aquí primará todo lo concerniente al edificio del molino. El tercer punto perseguirá una ingeniería adaptada a la hora de explicar la industria naval del momento. El último será dedicado a la ciencia en su vertiente más teórica pero con carácter igualmente interactivo. Todos ellos irán acompañados de sus correspondientes talleres infantiles -el plan está especialmente orientado a los niños, aunque sin olvidar al resto de públicos-, así como de posibles ampliaciones futuras. Ciencia Divertida también se hará cargo del famoso kiosko-bar a ubicar en las inmediaciones, pero aún estudia sus características para ofrecer algo "diferente, de calidad, que no reste protagonismo al molino y sirva para integrarlo en la plaza, hacer de esta un verdadero espacio cultural al aire libre", señala el gerente, quien manifiesta también su interés por expandir las actividades educativas al medio natural más próximo.

Morales cuenta que cuando la sede central le invitó a buscar un lugar de estas características en la provincia, pensó en San Fernando ante las pocas opciones con que cuenta la ciudad a la hora de organizar excursiones culturales. "Como profesional de la educación me consta que el gremio sufre tales carencias". Con independencia dicha faceta, la intención es que las puertas del molino permanezcan abiertas también los fines de semana, fomentando la importancia, el conocimiento y el interés por este bien histórico, no sólo en la Isla, sino también en los municipios circundantes, tras la inversión millonaria que implicó su recuperación, y lo más importante, el impagable valor cultural, histórico y sentimental que tiene para los isleños.