Cultos a Nuestra Señora de las Mercedes
La Virgen de las Mercedes permanecerá en devoto Besamanos en la capilla del hospital de San José tras una Solemne Función que dará comienzo hoy a las diez y media.
Hoy es un día grande para la Isla. Grande por varias razones. La primera de ellas y más fundamental, es que se cumple un nuevo aniversario del Juramento de Las Cortes en la Iglesia Mayor Parroquial, toda una efemérides que los isleños intensificaron al cumplirse su bicentenario hace cuatro años y que diversos colectivos y asociaciones culturales rememoran cada septiembre con certámenes, visitas guiadas y recreaciones.
Pero el 24 de septiembre también es una fecha señalada en el calendario cofrade, porque coincide con la onomástica de Nuestra Señora de las Mercedes. Patrona de la citada orden religiosa y especialmente venerada en Cataluña desde época tardomedieval, la Virgen de la Merced -como también se la conoce- cuenta con un simulacro propio en San Fernando al que los hermanos de Desamparados rinden culto en la capilla del antiguo hospital de San José, especialmente el día de su festividad.
Así, hoy, a partir de las diez y media, tendrá lugar en la citada capilla una Solemne Función oficiada por el padre Rafael Peláez Laserna y amenizada con la música del coro carmelitano 'San Juan de la Cruz'. Tras el rezo del Ángelus, la imagen mercedaria permanecerá expuesta en devoto Besamanos para que todos sus devotos puedan rendirle honores y admirarla más cerca de lo habitual.
En esta ocasión, la Virgen se encontrará expuesta sobre peana frente a su altar de diario en la capilla, el cual, pasará a estar ocupada la dieciochesca imagen de San José perteneciente a la misma corporación como parte de un montaje exornado con nardos y rosas blancas. Ha sido engalanada por Jaime Zaragoza Ibáñez con sus tradicionales hábitos blancos incluyendo la saya donada el pasado año por un grupo de devotos y cuyos bordados en oro se deben a la mano del artista Jesús Peral. Asimismo lucirá su ajuar de orfebrería plateada elaborado en su mayor parte por artesanos de Cuzco (Perú), entre ellos, la corona, el resplandor del niño Jesús, el cetro, las cadenas que sostiene en sus brazos aludiendo a su carácter de redentora de cautivos, o la media luna de plata a los pies.
La devoción isleña a la Virgen de las Mercedes viene de antiguo. Según las investigaciones de Mósig Pérez, fue titular de una hermandad fundada en la Iglesia del Cristo a finales del siglo XVIII y que, posteriormente, se trasladaría a la Iglesia Mayor para continuar con su actividad hasta extinguirse en la primera mitad del XIX. La imagen continuó presidiendo un altar de madera blanca fileteada en oro justo donde hoy se venera al Cristo de la Buena Muerte de los Servitas. Estaba flanqueada por San Crispín y San Crispiniano, patrones del gremio de zapateros que la habían acompañado desde la fundación de la entidad por influencia de su homónima gaditana. Estas imágenes fueron transformadas en los Santos Servando y Germán, ya en el siglo XX, para presidir su propia capilla en el Cerro de los Mártires, mientras, la Virgen de las Mercedes sería retirada del culto con motivo de las nuevas normas conciliares que darían lugar a lo que se conoció como la "desnudez de los templos".
Olvidada durante décadas, no se volvió a saber de ella hasta finales de los ochenta gracias a la decisión de la recién fundada hermandad de los Desamparados. Al carecer de los recursos necesarios para la adquisición de una nueva imagen, la corporación solicitó al entonces párroco de la Iglesia Mayor la cesión de la Virgen de las Mercedes a objeto emplearla como Dolorosa en sus cultos bajo la advocación de Nuestra Señora de los Desamparados. Por suerte la imagen no sufrió alteración alguna salvo las cuatro lágrimas de cristal que el restaurador gaditano José Miguel Sánchez Peña le colocó para poder cumplir con su nuevo rol.
Tras permanecer una década al culto como Dolorosa titular de esta corporación, fue sustituida, en 1997, por la imagen actual, obra del escultor isleño Alfonso Berraquero, y devuelta a los almacenes de la Iglesia Mayor.
Como los hermanos de Desamparados se habían quedado con la espina clavada tras ver partir a su primera titular, volvieron a solicitar la imagen para su restauración y definitiva reposición al culto en 2003, esta vez sí, como Nuestra Señora de las Mercedes. Desde entonces celebran cada septiembre cultos internos en su honor, e incluso llegó a procesionar por las calles isleñas en el año 2006. Además, son ya dos las ocasiones en que los miembros de la cofradía se han manifestado a favor de normalizar su culto externo e incluirla como Gloria en el título de la misma. Algo en lo que aún mantienen la esperanza.
La jornada concluirá a las ocho de la tarde, cuando hermanos y feligreses entonen al unísono la Salve en honor de esta devoción que día a día se acrecienta como uno de los referentes marianos de su barrio.