La Respiración
Todos sabemos que nuestro cuerpo está preparado para vivir varios días sin agua y sin comida, pero no puede vivir ni un minuto sin respirar, de ahí la importancia de la respiración y aún más de la conciencia al respirar. Son muchas las disciplinas, tales como el Yoga, Pilates, Tai Chi, Qi Gong, donde trabajan como pilar fundamental la respiración y la energía. Es a través de la respiración que obtenemos oxigeno suficiente para que cada una de nuestras células trabajen de forma correcta. Cuando respiramos de forma adecuada nuestro cuerpo se hace más fuerte, resiste mejor las enfermedades, potenciamos nuestras capacidades mentales (concentración, memoria, Intelecto) y vemos la vida desde otra perspectiva.
En el Yoga, la principal fuente de energía viene del prana, la fuerza vital. El prana está en las fuerzas de la naturaleza, crea la vida y la transforma. Es la energía del universo que se manifiesta de una manera física en nuestro cuerpo a través de la respiración. Por medio de nuestra respiración podemos permitir que más prana llegue a nuestro sistema, y que circule mejor en nuestros nadis (meridianos) y cuerpos sutiles, dándonos energía y vitalidad, activando la sanación natural del cuerpo y desplegando nuestras capacidades físicas, mentales y espirituales.
En la práctica del Tai Chi o de los diferentes ejercicios de estilos internos, la importancia es que la respiración sea suave, profunda, larga y equilibrada. Si bien se dice que en los movimientos de cierre o recogimiento hay que inspirar y en los de apertura expirar, esto ha de venir de forma natural sin forzar, de otra manera no se conseguirá alcanzar la relajación necesaria.
Hay que ser conscientes y retornar a la respiración natural, la respiración completa con la que nacimos y que necesitamos para nuestro bienestar. Volver a ella es esencial para que nuestra actividad mental esté más calmada, nuestras emociones más estables y en este silencio interior estemos más sintonizados con nuestro ser más profundo. Cuando respiramos como deber ser, inhalando y exhalado ampliamente por la nariz, estamos en el momento presente y nos sentimos de maravilla.
Miguel Sánchez Pedreño