Un espacio de integración donde cualquier niño con independencia de su género, del poder adquisitivo de su familia o de posibles discapacidades funcionales encuentre un refuerzo a sus necesidades, tanto lúdicas como terapéuticas. Bajo esta premisa nació en San Fernando AFIN, Asociación de Familiares para la Integración de Niños con Diversidad Funcional “Carlos Pita”.

El origen de esta noble causa se remonta algunas años atrás, en concreto, a la iniciativa promovida por la madre de Carlos -un niño con parálisis cerebral- quien, junto a varios allegados a la familia, y ante la impotencia que le provocaba el hecho de no ser capaz de integrar a su hijo en la sociedad, así como los excesivos costes económicos de sus cuidados especiales, decidieron crear de la nada un proyecto que el sistema no les ofrecía. Este proyecto fue bautizado como “Paso a paso con Carlos”, ya que, tal como su madre indica, “entonces éramos un grupo de amigas con el único fin de que Carlos se integrase socialmente”.

El boca a boca hizo el resto. La gran labor acometida por este primer grupo llegó a los oídos de varias familias que se encontraban en la misma situación: muchas madres y padres se veían incapaces de hacer frente a unos cuidados que la Seguridad Social sólo cubre durante los seis primeros años con un servicio de dos sesiones terapéuticas semanales. Unas prestaciones insuficientes dadas las necesidades de algunos niños que, además, tras este período conocido como de “atención temprana”, quedan al amparo de iniciativas privadas como única alternativa para poder continuar su tratamiento. Y si bien es cierto que tales opciones ofrecen todos los cuidados especiales necesarios, su funcionamiento implica la segregación de estos niños junto a aquellos con quienes comparten una misma disfuncionalidad. Pauta que se ve reforzada por muchos colectivos que no están por la labor de responsabilizarse de ellos debido al miedo, a la inseguridad o a la dificultad que atribuyen a su cuidado.

El camino no fue fácil. La ausencia total de ayudas y subvenciones por parte de las autoridades competentes imposibilitó al colectivo contar con un local donde poner en marcha sus actividades. La solución llegó cuando Rafael Vez Palomino, párroco de San José Artesano, les cedió usufructuariamente los salones parroquiales de su iglesia desde el pasado año. Para entonces ya estaba fraguado el proyecto, redactados los estatutos y dada de alta la asociación en el registro oficial de la Junta de Andalucía por lo que era el momento de ponerse manos a la obra con todo tipo de talleres, es decir, tanto terapéuticos, necesarios para los niños con discapacidad (fisioterapia, logopedia…), como lúdicos, los cuales se renuevan, cambian o repiten en función de la demanda de los propios socios. Algunos de los que se han desarrollado con gran éxito durante este primer año de actividad son los de cocina, dibujo, baile moderno, guitarra, cocina o manualidades. También se ha impartido refuerzo escolar y clases particulares de inglés pero la iniciativa más innovadora ha sido, sin duda, la “terapia asistida con perro” que, impartida por un adiestrador y terapeuta canino, ofrece numerosas actividades donde los niños juegan, aprenden y refuerzan su autoestima.

La entidad ha firmado también un convenio con la Asociación Hípica y Terapéutica “Santa Ana” de Chiclana de la Frontera, donde todos los niños -con o sin discapacidad- podrán montar a caballo mejorando factores como la estimulación neurológica, el fortalecimiento de la musculatura, el control respiratorio o la motricidad fina. Asimismo se impartirá un taller de hidroterapia gracias a un acuerdo con el gobierno municipal según el cual éste cederá a tal efecto las instalaciones de la piscina de Bahía Sur.

Son muchos los avances logrados durante este primer año de actividad, pero más largo aún es el camino que queda por recorrer. En AFIN son conscientes de que no pueden ocupar indefinidamente las instalaciones cedidas por la parroquia de San José Artesano y, a partir de septiembre, lucharán por conseguir nuevas ayudas que, sumadas a lo poco que se reservan de la cuota de socio, servirán, en un futuro, para adquirir un local propio y contratar dignamente a los profesionales -hasta ahora voluntarios- encargados de impartir los talleres. Dado que la mayor parte del dinero se emplea en la compra de material, la asociación espera que el boca a boca haga su labor para captar el mayor número de socios posible y que esta iniciativa, tan innovadora como necesaria, continúe creciendo.

AFIN, Asociación de Familiares para la Integración de Niños con Diversidad Funcional “Carlos Pita” está ubicada en los locales bajos de la Iglesia San José Artesano (Iglesia del Parque) En San Fernando (Cádiz) Teléfono: 649 013 837 afinsanfernando@gmail.com