Carta al Futuro
Querido Futuro, te escribo para informarte de que no estamos contentos con nuestro Presente. Últimamente los humanos parecemos una especie animal, tan falta de vida, que no puede ser comparada con ninguna otra. No me canso de observar como los animales avanzan y se desarrollan cada vez más con la capacidad de amarse entre ellos y, lo más impresionante, de llenar de amor a las personas que decidimos compartir con ellos nuestras vidas, sin embargo, nosotros no sólo no avanzamos sino que caminamos hacia atrás...
Efectivamente, es maravillosa la sensación que pueden llegar a transmitirnos estos seres, las lecciones de amor que son capaces de darnos, pero, no quiero ni contarte lo que somos capaces de hacer con ellos. Estamos modificando el ciclo de la vida de todas las especies del planeta, incluido el nuestro. No, no voy a entrar en detalles, hoy prefiero dejar descansar mis lágrimas. Sólo quiero que sepas que nos hemos quedado sin valores, sin motivos, sin sueños, sin amor. Sí, como lo oyes, hemos perdido la capacidad de respetarnos que tantos siglos nos costó alcanzar. A día de hoy, incluso dudo de si fue real en algún momento... No es sólo que nos empeñemos en fabricar etiquetas, en proyectar negatividad, ni siquiera el hecho de que se marginen o se exploten los corazones de tantos millones de personas, sino que además no somos ni capaces de establecer los porqués de todas nuestras erróneas, inútiles e innecesarias acciones.
Mi estimado Futuro, el mundo se muere entre las dudas de su ignorancia, entre el desajuste social que hemos creado, entre la falta de naturaleza humana en nuestras almas que poco a poco van quedando vacías y sin razón de ser. Tú eres nuestra única esperanza y, precisamente por eso, ahora me siento aquí intentando convertir en palabras mi desesperación, haciendo lo posible por no caer en el estado general de conciencia que nos lleva a la autodestrucción.
Quiero pedirte que cuando estés aquí hagas cambios en todo lo que nos rodea. Te pido que hagas de nuestra Tierra ese bello lienzo verde y azul sobre el que dibujarte de nuevo; que borres los colores grises, que pintes de amarillo las piedras y podamos usarlas como el dinero más valioso; que sea el hambre algo del pasado y la salud nuestro mejor presente. Quiero implorarte compasión por nuestras almas, esas que vendimos al diablo por no saber cómo salir de este agujero negro; no decaigas al ver la soledad que tantas personas juntas comparten, pues los sueños que puedas hacer realidad serán nuestro principal motivo para contar con los demás, para reír y abrazar a quien por nuestro bien se alegrará. Te suplico, si es necesario de rodillas, que nos hagas entender qué es la paz, la amistad, lo intenso y pasional que puede llegar a ser el amor; deseo que nos recuerdes la importancia de ver salir el sol, lo mágico de descansar junto a la luna...
Tú, Futuro, nuestra única motivación para seguir viendo..., tienes el deber de convertirte en Presente, de sonreírnos ahora y no después, de ser hoy y no mañana, de hacernos comprender que los hilos del Universo no se moverán si nos sentamos a esperar mejores tiempos que, de esta forma, difícilmente llegarán...
Tus letras se asemejan, al colorido, de nuestro gran GABO, inspirador de historias reales e imaginarias que nos hacen soñar, de lo que somos los seres humanos en está tierra. Y quiero como colombiana que las mariposas amarillas de nuestro gran GABO vivan eternamente en nuestras vidas.