Publicado el: Vie, 14 Feb, 2014
Opinión

Un Ángel

Art. 6 (1)Hace unos días conocí a un ángel. Estamos rodeados de ellos, muchos de nosotros lo somos para otros sin ni siquiera saberlo. Nuestra conversación no duró más de quince minutos, pero me dio más lecciones que muchas de las personas que llevan toda la vida junto a mí. Trato tan sólo de resaltar la importancia que puede llegar a tener un desconocido en nuestro camino.

Durante ese tiempo este apuesto hombre me resumió sus últimos diez años de existencia. Me narró todas las aventuras y, sobre todo, desventuras que había vivido. Me impresionaban tanto sus vivencias y la dureza de todas ellas que se me estremecía el corazón en cada palabra. Sin embargo, no fue esto lo que me hizo llorar, lo que puso en pie cada vello de mi cuerpo; fue el gesto de su cara, esa mirada limpia, su enorme y reluciente sonrisa mientras contaba cómo al llegar a su, tan deseada, meta le hacían borrar de un plumazo todo lo que tanto esfuerzo le había costado conseguir.

Pasó de ser alguien a ser un número más. Pero allí estaba; no recuerdo que nadie me hubiese transmitido antes tanta fuerza y entereza. "Volveré a conseguirlo, aunque tenga que empezar de cero". Sé que lo hará, que no habrá nada que pueda frenarlo, pues sus ojos tenían la convicción que a muchos nos falta para creer que somos capaces de todo lo que nos propongamos, de todo a lo que seamos capaces de dedicar toda nuestra pasión.

Es un ángel, no sólo porque sea valiente, no sólo porque lo vea rodeado de luz, ni porque llegase incluso a verle las alas... Es un ángel porque durante esos minutos fue capaz de hacerme vivir y sentir su vida, de notar en mi alma el dolor que había sentido, pero, sobre todo, de emocionarme con la energía que desprendía cada poro de su ser cuando aseguraba que alcanzaría su sueño de poder vivir como deseaba, de poder hacer lo que quería, de seguir siendo feliz pero estando en el lugar en el que le correspondía.

Es un ángel porque me recordó que no debemos sentarnos a esperar que los sueños se hagan cada día más grandes, sino que es necesario que seguir emocionándonos así y, para eso, debemos escuchar con paciencia todo aquello que tengan que decirnos, todo lo que no se atrevan a contarnos. En cada persona que nos cruzamos hay algo que nos da un motivo más para seguir, para cambiar de opinión o para reforzar todas las que tomamos. En cada mirada hay un sentimiento, en cada palabra una clave, en cada sonrisa una razón. Hasta las conversaciones más banales tienen un trasfondo que tiene mucho que decir del interior de la persona que nos habla; incluso los gestos más desagradables tienen lecciones que darnos, mensajes que transmitirnos. Todo a nuestro alrededor es un paso más en nuestro aprendizaje. Hay miles de ángeles, miles de personas llenas de magia que nos guían los pasos; están ahí aunque no siempre los veamos por este camino que el Universo mueve a través de sus hilos; hilos que no son más que todos y cada uno de nuestros deseos más profundos...aquellos por los que cada día merece la pena seguir viviendo.

Sí, era un ángel...

Sobre el autor

- Escritora, maestra y loca soñadora. Con el firme objetivo de ser feliz a cada segundo y compartir con el mundo cada sonrisa, cada sueño y cada aprendizaje que el Universo nos permite experimentar.

Mostrando 2 comentarios
  1. SYLVIA GIRALDO VILLEGAS dice:

    Gracias al angelito de sonia que cada ocho días nos lleva al cielo, nos hace volar un rato y siempre terminamos de leer su columna soñando y sintiendo que todo es posible.

  2. Eva dice:

    Felicitarte una vez mas,por esa sencillez y amor que transmites con tus palabras.

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