Globos de oro: el prestigio va en aumento
Dudo mucho que la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood soñara alguna vez con la importancia y trascendencia que estos premios han adquirido con el paso de los años. Con alfombra roja de relumbrón, ya nadie quiere perderse la oportunidad de desfilar por ella – bueno, Woody Allen aparte - gracias a una cobertura mediática mundial que cada vez se asemeja más a los intocables Oscars de la Academia.
Con lo repartidos que han estado todos los galardones durante la temporada de premios de las múltiples asociaciones de críticos que existen a lo largo de los USA, estos Globos de Oro se esperaban con interés por si daban alguna pista de por dónde podrían ir los tiros de cara a los premios de la Academia a entregar el próximo 2 de Marzo, pero va a ser que no…
Y es que los premios estuvieron muy repartidos en una gala repleta de sorpresas. Sólo “La gran estafa americana” con tres premios puede considerarse la verdadera triunfadora.
Entrando de lleno en materia, puntualizar que en los apartados de interpretación es donde estuvo todo el encanto de la gala. Jennifer Lawrence se está convirtiendo a pasos agigantados en la nueva novia de América. Consiguió con su premio a la mejor secundaria redondear un año fantástico en el que recibió un Oscar, el premio a la estrella más taquillera del año según los exhibidores americanos y consiguió con “Los juegos del hambre” la película con más recaudación del 2013 en USA. Posee belleza, talento y un carisma que la hace irresistible. Puede marcar una época…
Una de las grandes sorpresas fueron los premios de interpretación a los protagonistas de “Dallas Buyers Club”, film que podremos ver en nuestras carteleras en Marzo. Tanto Matthew McConaughey como Jared Leto no eran los favoritos, pero ya se sabe que los papeles de enfermos terminales tienen mucho tirón de cara a los premios. Aquí interpretan a personajes reales enfermos de Sida. Y si a eso le añadimos que en el caso de Leto su personaje también es transexual, pues sobran las palabras. De todos modos es justo el premio al mejor actor dramático para McConaughey, estupendo intérprete ninguneado por su físico y por su irregular filmografía pero que en los últimos tiempos ha girado hacia un cine más independiente en el que priman las historias por encima de los grandes presupuestos.
Leonardo DiCaprio por fin consiguió un premio importante en su carrera tras innumerables nominaciones. Su premio en la categoría de comedia por “El lobo de Wall Street” es de justicia para un enorme actor que entra en los 40 dominando Hollywood a nivel de taquilla y proyectos con los más grandes directores. Su carrera es coherente a pesar de su enorme éxito y no hace sino confirmar las expectativas que teníamos puestas en él tras su primer papel de renombre en aquella pequeña joya que era “A quién ama Gilbert Grape”.
Entre las féminas, Amy Adams lo consiguió en la categoría de comedia por su papel de mujer fatal en “La gran estafa americana” y Cate Blanchett por “Blue Jasmine” en categoría dramática. La Blanchett está monumental en el último film de Woody Allen – que también consiguió el “Cecil B. De Mille” a toda su carrera, recogiéndolo la gran Diane Keaton en su nombre – y confirma por un lado que es la gran favorita al Oscar y que el pequeño genio es un especialista en conseguir premios de interpretación para sus actores.
Los premios musicales se los repartieron U2 por su creación del tema central de la biografía de Mandela y el joven y desconocido Alex Ebert por la composición de la banda sonora del último film protagonizado por Robert Redford “Cuando todo está perdido”.
La magistral “Frozen” cumplió los pronósticos y se llevo el Globo al mejor film de animación y la italiana “La gran belleza” el de mejor cinta de habla no inglesa continuando con su espectacular carrera de premios iniciada en los European Film Awards.
Por otro lado, el sobrevalorado Spike Jonze – a mi entender mejor director de video clips que de largometrajes – consiguió el premio al mejor guión por “Her”, en el que el protagonista se enamora locamente de un programa informático con la sensual voz de Scarlett Johansson. Huelga decir que es más que recomendable visionar este film en su versión original.
Esa obra maestra que es “Gravity” solo obtuvo un premio, pero muy importante. Alfonso Cuarón obtuvo el galardón al mejor director gracias a su meritoria labor de conseguir subyugar al espectador con uno de los films más impresionantes y bellos de los últimos tiempos. Para mí, sigue siendo la mejor película del año.
Pero los que se llevaron a casa el Globo de Oro al mejor film en las dos categorías existentes fueron los creadores de “12 años de esclavitud” y “La gran estafa americana”.
El magnífico y duro retrato de la esclavitud según Steve McQueen – por enésima vez recordar que no tiene ningún parentesco con la fallecida estrella, basta con ver fotos de ambos – venía como gran favorita y casi se va de vacío. Pero aún así es una manera de reconocerle al joven director británico ese talento pujante que posee y que ya se vislumbraba en la estupenda y también difícil de digerir “Shame”.
En definitiva, una gala interesante que pasará a la historia porque una nueva generación de talentos ha sido encumbrada. La vieja guardia da paso a un puñado de jóvenes y brillantes actores y creadores que ofrecen un panorama cinematográfico esperanzador. Y de los Oscars, ya hablaremos…