¿Por qué WhatsApp es gratis?
¿Por qué podemos enviar cientos de mensajes instantáneos sin límite con la aplicación WhatsAppmientras nuestras operadoras de telefonía móvil nos siguen cobrando 15 céntimos por mensaje?
En este artículo voy a intentar exponer la inteligente estrategia de sus fundadores.
WhatsApp es un juego de palabras resultante de la frase What’s Up y App (Application, aplicación en ingles) y es el nombre que sus fundadores decidieron poner a esta startup que ofrece servicios de mensajería instantánea. Fue creada en el corazón de Silicon Valley por Jan Coronado -exdirector del equipo de operaciones de plataforma de Yahoo- y por el exjefe del equipo de ingenieros Brian Acton, ambos con más de 20 años de experiencia en la firma americana. Esta aplicación ha conseguido tener más de 100 millones de usuarios y el pasado agosto superó la barrera de los 1.000 millones de mensajes enviados diariamente.
La mayoría de los usuarios no han pagado nunca por su servicio, pese a que la compañía asegura que hay que pagar tras un año de uso. Pero el pago finalmente no se produce ya que cada vez que se instala una nueva actualización el contador se vuele a iniciar y no es necesario dicho desembolso. Teniendo en cuenta que las actualizaciones suelen ser muy frecuentes, nunca se llega a los 12 meses necesarios para el pago. Últimamente se rumorea que quieren cobrar 0,89 euros al año, como en el caso de los usuarios de iPhone, que deben pagar 0,79 euros al instalar la aplicación la primera vez. En cualquier caso, es un coste mínimo si tenemos en cuenta el servicio prestado.
Por tanto, sus ingresos son muy bajos como para mantener una plataforma que da servicio a cientos de millones de usuarios en todo el mundo, a pesar de que sus costes de funcionamiento sean realmente bajos según sus propios fundadores.
- Entonces, ¿cómo puede sobrevivir sin cobrar por el uso?
La clave está en sus inversores, pues ha recibido de uno de sus inversiones -Sequoia Capital- más de 8 millones de dólares.Sequoia Capital es una firma de capital riesgo especializada en startups de Silicon Valley, donde suele invertir entre 100.000 $ y 10 millones de $ en las primeras etapas de una compañía. Una vez la startup crece y tiene un volumen importante la venden con grandes beneficios. Esta es la forma en que muchos fondos de inversión entran en compañías tecnológicas en busca de su “Facebook” particular. Este es el caso de WhatsApp, donde el beneficio de los accionistas no esta en los ingresos actuales en publicidad o en el cobro por el uso de la misma, sino en la rentabilidad cuando se ponga a la venta su participación y puedan capitalizar las inversiones realizadas.
- ¿Quiénes serían sus potenciales compradores?
Para empezar, cualquier operadora telefónica soñaría con tener una aplicación que ha conseguido crear una necesidad casi adictiva en millones de usuarios en todo el mundo. De ésta forma podría captar nuevos clientes con el gancho de la aplicación, lo que le daría un valor y un precio muy elevado a la compañía.
Por otro lado, las grandes compañías tecnológicas como Google y Facebook también se la están rifando. De hecho hace unos días saltaba un rumor de compra por parte de Facebook, noticia que posteriormente han querido desmentir.
Por tanto, los fundadores de WhatsApp han conseguido crear una aplicación de uso casi diario por millones de usuarios y con un gran potencial de venta. Habrá que ver cuanto nos querrán cobrar una vez llegue ese momento.