La construcción y la especulación dejan huella en La Isla con urbanizaciones abandonadas
Hasta que la crisis económica se hizo presente, los precios del suelo y la vivienda fueron aumentando de forma desorbitada. Aparecieron construcciones por todos lados, se desarrollaron planes urbanísticos como hacía tiempo no se veía y la construcción se convirtió en un gran motor de empleo y dinero fácil para muchos jóvenes.
Hoy día, La Isla ve cómo los propietarios de Cala del Sol, que se constituyeron en asociación de afectados por la paralización de esta propomoción de AIFOS, pueden tirar hacia delante una vez la promoción arracan por fin, con la sonrisa para muchos sufridos compradores de pisos que no veían salida a la finalización de la construcción. A lo largo de la Ronda del Estero o en la misma calle del Buen Pastor, se pueden ver edificios abandonados o urbanizaciones de unifamiliares.
Otro ejemplo de la ruina inmobiliaria y de la crisis lo constituyen las 25 unifamiliares que la empresa Bropsol, de Agustín Huelva, en Gallineras, que muestran un estado de total abandono y que ya sufren el robo de cualquier elemento de posible venta, como barandas de hierro, griferías, puertas metálicas, rejas, etc.
Estas viviendas unifamiliares comenzaron a construirse en 2007 y tenían que estar finalizadas en el cuarto trimestre de 2008, pero a día de hoy, la urbanización no está acabada y los efectos del abandono suponen un monumento a la especulación urbanística y al engaño, porque muchos compradores han sufrido las consecuencias de esta paralización de las obras. Está urbanización está hipotecada por La Caixa por 11 millones de euros.
La situación de abandono preocupa y mucho a todos los compradores que invirtieron en esta promoción de unifamiliares, ya que se han producido robos y saqueos de las viviendas que van en perjuicio de su precio de mercado, sobre todo porque habrá que volver a invertir en materiales que han sido expoliados, teniendo en cuenta que se han llevado hasta puertas de garaje.