El 28 de octubre de 1936 el doctor Cayetano Roldán Moreno, alcalde republicano de izquierdas (militó en Izquierda Republicana y en el PSOE) fue fusilado frente a las tapias del Cementerio junto a otros compañeros de ideales progresistas. Meses antes hicieron los mismo a sus tres hijos varones (uno de ellos adolescente), en una espiral de violenta represión desatada en La Isla desde el mismo momento en que una parte del Ejército, apoyado por una oligarquía que nunca comulgó con los valores republicanos, se alzó el 18 de julio contra el régimen democrático republicano legalmente establecido, represión que siguió ejerciéndose, como constata don José Casado Montado en su libro Trigo Tronzado (Crónicas silenciadas y comentarios), hasta después de acabada la guerra fratricida.

El objetivo de elementos de la Falange local, apoyados por los mandos dela Armadaque se sumaron al golpe de Estado y azuzados por un sector del clero que desde sus homilías animaba a “purificar” la sociedad española limpiándola de rojos, ateos y masones, era borrar de las páginas de la Historia todo lo que tuviese que ver conla IIRepública, y ahí entraba Cayetano Roldán Moreno, quien aún pasados tantos años pervive en el imaginario popular como un excelente médico y magnifica persona que se preocupaba más allá de lo que el deber le exigía para con sus pacientes, a la vez que se mostraba solidario con las penurias de las clases populares.

Sin embargo, desde el Ateneo Republicano Isleño y Amere se quiere poner énfasis en su faceta de político comprometido con la justicia social y con una justa distribución de la riqueza, de acuerdo con los valores republicanos de Libertad, Igualdad, Laicismo y Fraternidad por los que fue asesinado.

Desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Isla (Amere) y el Ateneo Republicano de La Isla se ha organizado un acto de homenaje al que fuera el último alcalde republicano de la localidad, el doctor Cayetano Roldán Moreno. 

El evento tendrá lugar el este sábado día 27 de octubre a las 11,30 horas, ante la fosa común del Cementerio isleño, y el mismo está abierto a toda la ciudadanía que quiera rendir reconocimiento a la figura de uno –sino el que más- de los alcaldes más queridos y apreciados por muchas generaciones de isleñas e isleños, señala AMERE.