Llevamos un estilo de vida autodestructivo, donde los modelos y la esencia de la vida se han perdido por completo.

Lo tenemos todo al alcance de nuestras manos y ya no hacemos apenas nada que contenga un soporte activo. La tecnología ha tenido y tiene mucho peso negativo en este problema, pero en última instancia, somos nosotros mismos los verdaderos responsables de tal mal.

Digo nosotros mismos, porque no ponemos medios y no somos conscientes de lo que tenemos hasta que lo perdemos. La salud es un “BIEN” primordial y divino que deberíamos de defender y proteger antes que a nada en la vida.

Los avances en instrumental, tratamientos y técnicas en lo relacionado con la medicina, han contribuido a que la esperanza de vida en los últimos cincuenta años, haya aumentado de una manera radical y casi milagrosa.

Peso en paralelo a tal evolución, ésta misma tecnificación y progreso en otros ámbitos cotidianos, nos ha llevado a empeorar nuestro estado de salud. Las hiperlipemias, la hipertensión, desequilibrios en la glucemia y el estrés, son patologías derivadas, sobre todo, del nefasto estilo de vida que hoy en día llevamos a cabo.

Un estilo de “VIDA FITNESS”, concepto que da título a esta sección, no es otra cosa que luchar contra esa manera peligrosa de vivir. Fitness no es una actividad y son muchas al mismo tiempo. Un paseo vigoroso por la playa, una carrera suave, montar en bicicleta, nadar, seguir los programas de un entrenador personal según nuestras necesidades, etc, por mencionar algunas, son actividades encuadradas dentro del fitness.

Todo aquel movimiento y ejercicio que trabaje en su justa medida la fuerza, la resistencia y la flexibilidad, podrá denominarse fitness. Y si eliminamos los malos hábitos como el alcohol, el tabaco, las sustancias nocivas cualquieras que sean y mantenemos una alimentación equilibrada, completa y adecuada, se podrá considerar que practicamos una filosofía de vida fitness.

Como dato, el fallo cardíaco se ha incrementado entre un 40/50 % a partir de los cuarenta años entre varones del año 1990 al 2010. En la mayoría de los casos, se corresponde con personas que no hacían nada de ejercicio y llevaban muy malos hábitos de vida.

Deberíamos de pararnos por un momento y analizar profundamente la manera que tenemos de vivir y si se corresponde con los patrones de vida sana, o por el contrario, estamos muy lejos de ello.