Un agujero más en el cinturón
Los apretones de Europa tienen rumbo fijo. Y más fijo, si cabe, desde este mes de septiembre que acabamos de comenzar, al igual que comienza su andadura esta sección de esta novedosa propuesta informativa digital.
La temida subida del IVA es una realidad desde el primer día de este mes noveno y es ya el segundo aumento en la cuarta anualidad de la era crisis. Nuevo ajuste de cuentas. Sí es cierto que los tipos impositivos que se barajan en la Zona Euro, por lo general, han estado siempre por encima de los que se han aplicado en nuestro país desde la entrada en vigor del temido, hoy más que nunca, impuesto indirecto. Ello no es óbice para analizar si realmente se está ante una debacle del consumo o ante una oportunidad. Ante esta disyuntiva creo que es momento para que la oferta tenga más en cuenta, si cabe, a la demanda. Bajada de consumo o bajada de cifra de negocios. En el mercado de consumo hay que aprovechar la oportunidad que se brinda para crecer, haciendo buena la fábula de la cigarra y la hormiga o, por el contrario, sacrificar la demanda a costa de ¿mantener la cifra de negocio?
Y ¿cómo se logra el objetivo de crecimiento? Es obvio, que el camino directo no es el aconsejable. No es buena compañera de viaje la aplicación proporcional del tipo que corresponda en la totalidad de nuestra carta de productos. Pensemos siempre en los comercios cotidianos que son, al fin y al cabo, los que más trascendencia tendrán en el maltrecho bolsillo del consumidor. Estudio aparte merece, en una nueva ocasión, la subida del tipo reducido al general de ciertos bienes de consumo y, especialmente, prestaciones de servicios que, quizás con esta medida, pueden resultar aún más prescindibles ahora en la particular escala de necesidades de cada consumidor. En las empresas y comercios está gran parte de la repercusión, nunca mejor dicho, que tendrá la subida del IVA, sin duda, nuevo agujero en nuestro maltrecho cinturón.