¿Qué es una deuda odiosa?
Es un término jurídico acuñado en el Siglo XIX por Alexandre Nahum Sack, un jurista ruso especializado en finanzas, profesor de diversas universidades internacionales en Europa y EEUU. Publicó este concepto en 1927.
Basaba su teoría principalmente en tres puntos:
- El Gobierno de un país recibe un préstamo sin el conocimiento y aprobación de los ciudadanos.
- El préstamo se destina a actividades no beneficiosas para el pueblo. Contrae, crea y la utiliza contra los intereses de los ciudadanos del país.
- El prestamista/ acreedor está informado de dicha situación y no lo impide. Los acreedores cometen un acto hostil para con la población.
El concepto de deuda odiosa ha sido utilizado varias veces a lo largo de la historia, el país que más lo ha utilizado ha sido EE.UU, curioso, ¿no? Estas ideas han beneficiado a la superpotencia americana.
EEUU no pagó la deuda odiosa en 1898 cuando anexiono Cuba, tampoco se pagaron las deudas contraídas por el Emperador Maximiliano I de México, decisión avalada por la emergente superpotencia.
La última vez que EE.UU utilizó este concepto fue después de la invasión de Irak en 2003. Tras la invasión de Irak, el Secretario de Estado de EE.UU convocó al G8 para comunicarles que no se iba a pagar a los mercados la deuda que el país tenía contraída tras la invasión. La reunión del Club de Paris acordó la reducción del 80% de la deuda odiosa iraquí con el acuerdo de no nombrar el concepto de “deuda odiosa”.
No tuvo ninguna consecuencia económica ni financiera para los mercados ni para sus acreedores. El principal acreedor de la deuda era Francia junto con Rusia, como resultado de esta decisión, un gran número de empresas francesas contribuyeron de manera significativa a la reconstrucción de Irak.
En 2006, Rafael Correa, presidente de Ecuador, creó una comisión de investigación para estudiar si toda la deuda que tenía contraída el país era legítima. Nada más tomar posesión por segunda vez, destituyó al representante del Banco Mundial y a la Comisión del Fondo Monetario Internacional que estaba instalada en el Banco Central de Ecuador. Después de 14 meses de investigación por un comité de expertos independientes se declaró odiosa el 70% de la deuda. No tuvo ninguna represalia internacional.
Cuando Correa llegó a la presidencia de Ecuador la primera vez, éste recibió presiones del Banco Mundial que amenazó a Correa con no cederle fondos si no pagaba toda la deuda que el país tenía contraída. A raíz de estas presiones, Correa dimitió y volvió a ser reelegido en 2006 con una amplia mayoría. El Banco Mundial tuvo que aceptar la decisión del pueblo ecuatoriano manifestada en un presidente que no quería pagar la deuda contraída de manera ilegítima para el país.
En 2011 se ha iniciado por Europa un movimiento donde se reclaman las auditorias de las deudas contraídas por los países intervenidos: Grecia, Irlanda, Portugal y España. Éric Toussaint presidente del Comité para la Anulación de la Deuda en el Tercer Mundo encabeza este movimiento en Europa.
Vanesa Monge Antolin